Cometí el error de llamarlo “Hermes” cuando a días de la reciente elección comenté un video en Facebook donde a Lermes le hacían una sencilla pregunta y desmitificaba con su respuesta al candidato que, hasta el momento de escribir la columna, sigue siendo el ganador de la alcaldía de Quevedo.
En el video le preguntan qué obra conocía de John Salcedo (2009-2014). De forma jocosa y espontánea, Lermes responde: Un puente, un puente que une una casa de Salcedo con la otra. Lermes nunca agredió al honor ni atentó contra la verdad, solo dijo algo fácil de corroborar.
En el centro de Quevedo no hay obra que nos recuerde la alcaldía 2009-2014 ejecutada con dineros de esa administración municipal, de sus rentas y asignaciones. Salvo que se tome por referencia el cuestionado Mercado del Río -construido incluso con dineros de la venta de los terrenos del Fureme- y un puente. El puente que une las casas de Salcedo en su centro comercial como acertadamente refiere Lermes.
En caso de que en el Contencioso Electoral le den salvando su pírrico triunfo, es ese cuestionamiento, uno de varios, lo que el virtual electo no debería permitir vuelva a sucederle. Algo ciertamente difícil si atendemos que, a diferencia de su pasada alcaldía, cuando era correísta convencido, la plata le llegaba y salía a borbotones, y hoy, que es nebotsista encandilado, la plata sale a cuentagotas desde Finanzas.
A este nubarrón es oportuno agregarle otro: su próximo entorno administrativo. Salcedo, como el flautista de Hamelín, vuelve a juntar detrás de su alcaldía a los más conspicuos elementos de la política local, los de siempre y los nuevos. De vuelta empieza a construir cuestionamientos por su entorno.
Algo que creería poco le preocupa, sobre todo con base en su experiencia. La alcaldía 2019-2023 podría ser igual de fuerte en lo político-administrativo que su anterior, por una razón: siempre se arrima al político más poderoso de ocasión y con eso manda al traste cualquier peligro de continuidad en sus funciones. Así empezaría su nueva alcaldía manteniendo lo cuestionable de siempre. Ahí vamos entonces. (O)
