Publicidad

Ecuador, 28 de Julio de 2025
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
+593 98 777 7778
El Telégrafo
Ecuado TV
Pública FM
Ecuado TV
Pública FM

Publicidad

Ilitch Verduga Vélez

Lenin o Gandhi

16 de octubre de 2015

El 12 de septiembre del presente año se realizaron los comicios al interior del partido laborista británico, destinados a elegir al líder de la agrupación partidista, aquella que se encuentra en la disyuntiva de volver a sus raíces  de lucha por la justicia social, o continuar como comparsa del actual sistema capitalista especulativo financiero. Y es que las últimas décadas de la vida del laborismo inglés no han sido de claridad ni de coincidencia ideológica con los grandes fines de sus fundadores: La defensa de los trabajadores y de la paz mundial y el cumplimiento de los DD.HH.      

La escena política de Inglaterra está sacudida por la llegada a la jefatura de los laboristas ingleses: Jeremy Corbyn, un militante leal surgido de las bases populares del partido; convencido pacifista -se opuso a la guerra de Irak-; partidario de la ampliación del estado de bienestar;  republicano nato que se ha abstenido de cantar el ‘God save the Queen’, que tradicionalmente funciona como el Himno nacional, sin que exista un acto o ley del parlamento que lo haya solemnizado. Su triunfo implica la redefinición de la praxis política no solo de la formación laborista, sino de toda la izquierda de su país. Evidentemente su victoria sepulta las ideas derrotistas y de  capitulación, esgrimidas por partidarios de Blair y su tercera vía.

El programa esbozado por Corbyn, para un posible gobierno de su partido Laborista, en el futuro inmediato, establece una serie de cambios sustanciales al conglomerado inglés: Estatización de los ferrocarriles, modificación fundamental de la política exterior, privilegiando acciones de paz y de DD.HH., apoyo a los refugiados, solventar la  extensión de los derechos sociales a  nuevos entes productivos, o sea los millones de microempresarios surgidos del desempleo y de las oleadas de inmigrantes.     

De igual modo, en su discurso en el congreso de la parcialidad laborista, Corbyn realizó una realista disección de los gastos militares de la imperial Albión, así por ejemplo mostró su oposición al  controversial sistema nuclear ‘Trident’, cuyo costo de cien mil millones de libras esterlinas resolvería la problemática social no solo de la Gran Bretaña, seguramente de Europa.

Los enemigos de  Jeremy Corbyn están en las cúpulas partidarias propias y ajenas y más que todo en la prensa monárquica y nostálgica, que lo atacan sin piedad; algunos lo califican como el Lenin inglés, en las noticias y editoriales, comentando su vestimenta y la quijotesca empresa de su sino. Cuando acudió al parlamento montado en una bicicleta, el comentario de Daily exprés fue que la “bicicleta que utilizó es del estilo de Mao Tse Tung,”, otros medios de difusión menos obnubilados por su presencia y  por las forma de replicar críticas y falacias de sus opositores, con inteligencia y buen humor, dialéctica no exenta de ironía, lo ven como el Gandhi británico. Él habla de un patriotismo con inclusión: “No queremos una sociedad donde la gente cruce por la calle sin auxiliar al prójimo que se encuentre en dificultades, queremos solidaridad y juego limpio,  política amable, para una sociedad más bondadosa”. Las próximas elecciones, en Londres, Bristol, Gales, Escocia, y otros municipios serán un primer episodio que enfrentará la  nueva corriente con los votantes; allí se podrá analizar el significado del pensamiento de Corbyn y si su mensaje caló en las masas para volver al estado de bienestar ideado en Inglaterra, edificado por la socialdemocracia para oponerse al socialismo soviético.

Estado de Bienestar por el que hoy en Europa doblan las campanas.    

Publicidad Externa