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El Telégrafo

La memoria de Jorge Eliécer Gaitán sigue viva

07 de abril de 2013 - 00:00

Para Gloria, su hija, el martirio de su padre ha resultado en vano, no así su vida. La política carroñera que programó y ejecutó su vil asesinato hace 65 años, un 9 de abril, quiso en vano sacar ventaja de su muerte violenta, a costa de un Bogotazo devastador.

Gloria quiere que la memoria de su padre se conmemore relacionada con la vida y la fe en el mañana, “en manos de osirólogos, quienes, como el dios Osiris, contengan las semillas de la vida, del futuro, de la equidad y la bonanza y despierten en el pueblo la certeza de que su lucha lo llevará a la victoria”. Así se expresó el 23 de enero,  fecha del natalicio del líder popular, más apropiada para conmemoraciones.

Divulgo en Ecuador una anécdota que recuerda como  hacedor de esperanza, a quien  creyó y confió en la grandeza del pueblo e hizo tanto por empoderarlo y dignificarlo.

Siendo Ministro del Trabajo, en un viaje a Barrancabermeja, escuchó atentamente las quejas de los obreros petroleros que le pedían solución a sus dificultades. Cuando terminaron exclamó: “Yo no he venido aquí a escuchar lamentaciones de tangos argentinos.

No quiero ver a un pueblo arrodillado llorando sus desgracias. Quiero verlo de pie, luchando él mismo por conquistar sus derechos”. Su hija comenta que la grandeza, la dignidad del pueblo, es lo que crea los grandes movimientos populares victoriosos. No la victimización ni la caridad, ni el paternalismo, ni la cizaña de los violentólogos. “No permitiré que la memoria de mi padre quede en manos de los expertos en la muerte, en la violencia, en la victimización, en el dolor y la derrota”.

La Oración por la Paz, como se conoce el discurso de Gaitán al término de la Marcha del Silencio, es otro ejemplo de la dedicación de su vida hasta el final por la victoria del pueblo.

Breve discurso que pronunció en la plaza de Bolívar, en su calidad de  jefe único del Partido Liberal colombiano, el 7 de febrero de 1948, dos meses antes de su asesinato, al final de la gigantesca marcha que convocó para protestar por la creciente violencia ejercida contra su partido por el gobierno de Ospina Pérez.

A él se dirigió  valerosamente: “Bajo el peso de una honda emoción me dirijo a vuestra Excelencia, interpretando el querer y la voluntad de esta inmensa multitud que esconde su ardiente corazón, lacerado por tanta injusticia, bajo un silencio clamoroso, para pedir que haya paz y piedad para la patria”. Con su liderazgo el pueblo avanzaba a la toma del poder. Su discurso puede leerse en: http://www.angelfire.com/rnb/17m/Gaitan/gaitan_oracion.html

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