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El Telégrafo
César Montaño Galarza

La esencia del Estado

22 de septiembre de 2024

El Estado moderno se formó entre los siglos XVII-XVIII, dio paso al desarrollo del concepto de soberanía. El término “Estado” -extendido por Maquiavelo en la obra El Príncipe-. Según Francesco Ercole, designa status, como condición de solidez, prosperidad y bienestar de un ente colectivo. La Revolución Francesa y la Independencia de los EE. UU. marcaron hitos en la lucha por los derechos y la separación de poderes, influyendo en la construcción del Estado democrático. En el realismo político la esencia del Estado consiste en: poder, fuerza, orden y obediencia; con todo el aparataje público, niveles de la administración, puestos de autoridad, encandila a los personajes políticos que ambicionan manejarlo, para lo cual incluso mienten, manipulan y generan violencia.

Cuando la comunidad fue rebasada por el crecimiento de la población y la ocupación de nuevos territorios, fue necesario crear una estructura institucional con atribuciones y responsabilidades para servir a la sociedad y representar sus intereses en el propio país y el extranjero. El Estado surgió también para proteger a los ciudadanos, para garantizar bienestar social y justicia, impulsar el desarrollo económico y cultural, regular la vida en sociedad garantizando derechos y libertades, administrar los recursos, trabajar por la identidad y cohesión social, enfrentar problemas globales como actualmente lo es el cambio climático.

El Estado es una magnífica e imprescindible ficción jurídica e institución política, mantiene su razón de ser y esencia en el Siglo XXI, solo que ahora debe responder a enormes retos en un entorno muy difícil. En las manos equivocadas el Estado puede convertirse en un terrorífico instrumento de dominación, abuso y saqueo, pero en las correctas puede desplegar toda su esencia mejorando la vida y el futuro de la gente, por lo que quienes sean elegidos para conducirlo deben ser ciudadanos éticos, entregados a servir para el progreso de la nación.

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