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El Telégrafo
César Hermida

La Cuenca-Machala es una vergüenza

02 de mayo de 2015

Algún  maleficio tiene Cuenca con las carreteras que la conectan con las ciudades ubicadas en los cuatro puntos cardinales. La Cuenca-Azogues no acaba de restaurarse, la Cuenca- Paute-Gualaceo, que debe llevar a Macas y otras ciudades amazónicas, aún no se construye, la Cuenca-Loja tampoco se arregla luego del asfaltado inicial de dos vías de hace ya varios años. Pero la que constituye una vergüenza es la Cuenca-Machala. No hay ninguna respuesta al clamor de la ciudadanía, no solo porque se concluya el contrato que se sabe no se cumple desde hace mucho tiempo, sino y sobre todo porque la misma amerita una vía de cuatro carriles. Al presente esta vía se deteriora porque en algunos tramos incluso se ha removido la carpeta sin continuar con los trabajos.

Ninguna de estas carreteras fue incluida en el Plan Nacional de Vialidad, ni siquiera las que se considera forman parte de la famosa y antigua Panamericana, que va del Carchi al Macará, lo que provoca el temor de que en cualquier momento se la olvide y se decida que la misma vaya, como siempre, desde Quito hasta Riobamba, pero desde allí baje por la Costa para seguir hasta Huaquillas.

La red vial del Austro parece sufrir el mismo maleficio del tren Sibambe-Cuenca, que tardó tantas decenas de años en llegar a la capital morlaca, y, aunque sí forma parte del Plan de Restauración del Ferrocarril Nacional, ha sido ignorado. Y no solo que no se ha hecho nada al respecto, sino que, por el contrario, en algún momento se ofreció un ‘ciclopaseo’ por la misma ruta, quitando los durmientes para dar paso a las bicicletas.

Sería ingenuo pensar que el interés por la Cuenca-Machala solo radica en la necesidad que tienen los cuencanos para ir y venir de sus fincas de fin de semana en el Valle de Yunguilla, pero, primero, si fuera así, tienen todo el derecho, porque pagan sus impuestos, pero, aparte, porque los pueblos conectados la ameritan, por la rica producción agrícola de estas tierras, por el intercambio social, comercial e industrial entre las dos provincias, y con las provincias de Guayas y Loja, así con Perú.  Todas estas razones justifican su prioridad.

No se conoce, si existe, ningún estudio sobre el número de vehículos circulando. La realidad muestra la urgente necesidad.   Mientras no se construya aquí una carretera de cuatro carriles, cada curva de la larga cola de vehículos movilizándose por la estrecha actual de dos vías hará recordar que debe ser algún inexplicable maleficio la causa de esta vergüenza. (O)

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