La Fábrica Textil Imbabura es, sin duda, uno de los íconos de la industria textil del Ecuador. Por eso ha sido recuperada y convertida en complejo cultural. Pero además es cuna del movimiento sindical ecuatoriano. Sus obreros y trabajadores tuvieron la valentía y el coraje de defender sus derechos laborales, en momentos en que se imponían inhumanas condiciones de trabajo. Por eso es importante preservar la memoria, que las nuevas generaciones conozcan la verdadera historia y no la de los patronos.
Es fundamental que los jóvenes se acerquen a los orígenes y comprendan cuándo nació la vocación de Atuntaqui como ciudad textil; que sepan el papel que sus abuelos y bisabuelos cumplieron para forjar la ciudad próspera del presente; que se reconozca, por ejemplo, el aporte de Humberto Salgado Grijalva y Manuel Vallejos Paredes (y de otros tantos) a forjar la ciudad dinámica, emprendedora y con el menor índice de desempleo del país.
Esta es la importancia que tiene el proyecto ‘Historia de Saberes’, una iniciativa del Gobierno Provincial de Imbabura, dirigida por Juan Carlos Morales, un prolífico escritor, historiador y periodista ibarreño. El proyecto contempla una publicación, una serie de microvideos y un acto de homenaje a 15 hombres y mujeres que, por su trayectoria de vida, merecen este reconocimiento, ya que son portadores de los saberes de Imbabura.
Hombres y mujeres que dedicaron su vida a los demás, o mejor dicho, que entendieron, desde siempre, que sea cual sea la actividad laboral y profesional serán solo una herramienta para servir a los demás. Esa vocación de entrega que, penosamente, se ha perdido y que es necesario recuperarla.
Las actividades de los 15 portadores de saberes (que provienen de todos los cantones de Imbabura) son variadas: desde la música, la fotografía, la imaginería y la escultura hasta la gastronomía y la investigación pasando por los conocimientos ancestrales y los ya mencionados gestores de la Fábrica Textil Imbabura. Se destacan, por supuesto, Las tres Marías, que al ser parte del proyecto ‘Taitas y Mamas’, generado en el desaparecido Ministerio Coordinador de Patrimonio, obtuvieron ya cierto reconocimiento nacional.
Como bien dice Diego García, prefecto de Imbabura, “este proyecto es un homenaje a los personajes de Imbabura con un propósito: un pueblo no puede olvidar a quienes trazaron las rutas por donde ahora recorremos la senda, muchas veces, libres de abrojos. Una sociedad que se precie debe regresar a ver a sus orígenes, de qué barros viene, porque es la única manera de proyectar su futuro”.
El trato que una sociedad dé a sus mayores, sin duda, será un buen indicador del estado de dignidad de esa sociedad. Por ello, recorrer sus vidas, relatadas a través de pequeñas crónicas, es llenarse de vida, de generosidad y también de coraje. Estos 15 personajes, como bien se dice en la contratapa del libro, son “esencia de lo que somos. Reconocerlos, valorarlos y agradecerles por el legado que continúan construyendo es tarea de todos”.
Yo me reconozco heredero y asumo ese legado con responsabilidad y compromiso. Cumplirlo será el mejor homenaje, a mi padre y a todos los portadores de saberes.