Hegemonías que no quieren morir: la visita del presidente de España a Ecuador

Iberoamérica es el término usado para referirse al espacio regional conformado por los países que fueron colonizados por España y Portugal. En el año 1494, por medio del tratado de Tordesillas, se legitimó desde Europa el establecimiento de un sistema de colonización en los territorios de América. Este tratado en su momento fue criticado por pensadores como Bartolomé de las Casas quien aseguraba que las bulas papales no tenían jurisdicción sobre los territorios descubiertos, mientras que Juan Gines de Sepúlveda argumentó en favor de la conquista a los pueblos que pecaban de idolatría.

La ola de autodeterminación y las guerras independentistas en los territorios americanos vinieron en el siglo XIX, entre el 1808 y 1829. A partir de las constituciones de las nuevas repúblicas, la economía de estas solamente pudo sostenerse a partir de las viejas dependencias comerciales. No obstante, el deterioro del poder de los países de Europa, sumado al surgimiento de nuevas potencias con mayor cercanía a los países iberoamericanos, cambiaron el rumbo de las tendencias comerciales.

En la actualidad estamos en un panorama diferente, pero imposible analizarlo sin el sentido colonial. En el caso ecuatoriano, España es su séptimo socio comercial, al cual exporta en promedio 240 millones anuales (Datos del BCE). Por su parte, la cooperación española se encuentra presente en el país trabajando e influyendo en sectores como desarrollo económico-sostenible, innovación, inclusión social, hábitat y género. Mientras que las exportaciones a la Unión Europea han mantenido un crecimiento sostenido desde la firma del tratado de libre comercio y ahora esta región se encuentra como tercer socio comercial del país.  

La visita del presidente del gobierno español a territorios latinoamericanos (Colombia, Ecuador y Honduras) se lo puede ver como parte de un proceso más grande en donde España quiere consolidarse como la puerta de entrada de los países latinoamericanos a Europa, esto se corrobora con el sentido que las antiguas potencias hegemónicas mantienen sistemas de política exterior que las permite posicionarse de esta manera bajo su propia visión. Por otra parte, en un sentido más pragmático para Ecuador es importante mantener y fortalecer relaciones plurales, la cuales permitan intensificar la cooperación internacional desde fuentes variadas a la par de consolidar sus socios comerciales. La estrategia de España es clara y publica, Ecuador debe considerar si esta sigue siendo la mejor puerta de entrada al territorio europeo bajo un análisis objetivo que no permita el brío político.