Las oposiciones latinoamericanas a gobiernos nacional/populares no reparan en límites. En Brasil y Ecuador, un sector de ellas juega abiertamente a la desestabilización y el golpe ‘blando’. En Argentina, ya llegados a las elecciones primarias previas a las generales de octubre -a las cuales algunos buscaron no llegar- han lanzado una insólita campaña por los medios, que es burda a niveles realmente inéditos.
Ya pasaron acciones varias contra el Gobierno; el uso de la muerte del fiscal Nisman fue la más extrema, pero solo una entre muchas. Ahora, estas oposiciones que han perdido todo freno vuelven a tomar como vocero a un criminal. Ya lo hicieron antes con Schoklender, un parricida que luego aprovechó la confianza de Madres de Plaza de Mayo para estafarlas; y con personajes como ‘Momo’ Venegas, un sindicalista de empleados rurales, muy apreciado por las patronales del ramo; o con Luis Barrionuevo, un confeso ladrón de dineros sindicales y/o estatales.
Ahora apelan por TV al ‘testimonio’ -de algún modo hay que llamarlo- de un condenado a prisión perpetua, por una causa cerrada hace años. Este Sr., llamado Martín Lanatta, ha contradicho ahora todo lo que dijo en el juicio, y a una semana de las elecciones dice que quien le ordenó sus crímenes fue el actual jefe de gabinete del gobierno de Cristina de Kirchner, que es también candidato a gobernador en la decisiva provincia de Buenos Aires. Es decir: un criminal contradice todas sus previas declaraciones y habla a una semana de las elecciones, sobre una causa cerrada en la que jamás nombró a la persona a la que pretende ahora incriminar. No lo creen ni los que lo organizaron.
Es destacable que otra entrevista propalada en el mismo programa (hecha a Salerno, un expulsado de la Policía por corrupción) se hizo en casa de una candidata a presidenta opositora, Elisa Carrió. Ella no lo declaró inicialmente, sino que el extraño hecho fue advertido por operadores de la televisión estatal. La Sra. Carrió se caracteriza por sus declaraciones sensacionalistas e implausibles, y opera como ‘punta de lanza’ dentro de la alianza que sostiene con otros candidatos opositores, como son el derechista Macri y la centenaria Unión Cívica Radical.
El funcionario ‘acusado’, Aníbal Fernández, ha iniciado juicio civil y penal a Jorge Lanata -responsable del programa y autor de la entrevista al encarcelado personaje-, a Elisa Carrió y a los responsables del canal de TV, perteneciente al poderoso grupo Clarín. Ojalá en ese nivel no se mantenga la impunidad para este tipo de falsedades extremas, que nada tienen que ver con la libre expresión (sí con la acción intencionada y la tergiversación abierta en la supuesta información) y que cumplen la función de hostigar y confundir lo más posible a la opinión pública. (O)