Gran diálogo sobre la inequidad en Ecuador: si no participas, pierdes (1)

El 15 de junio de 2015 se da un acontecimiento único a nivel mundial: el presidente del Ecuador, Rafael Correa Delgado, es el primer jefe de Estado y de gobierno que invita a todos los sectores sociales,  productivos, políticos, a “las entidades públicas y todas las formas posibles”, a todos los ciudadanos, a un gran diálogo sobre la inequidad en Ecuador, para descubrir sus causas y mecanismos  y hacer propuestas para su radical reducción, en la construcción de una patria para todos, más equitativa y justa.

La inequidad no es igual a la pobreza. La inequidad es la distancia que separa en un país a los más ricos de los más pobres. El continente donde existe mayor cantidad de pobres es África. Sin embargo, América Latina y el Caribe es la región más inequitativa del planeta, porque el abismo que separa a los ricos de los pobres es muchas veces mayor que en otras partes. En una encuesta reciente sobre la inequidad a nivel mundial, Ecuador ocupaba el puesto 132 entre 160 países. En América Latina y el Caribe, el país más inequitativo es Haití, seguido de Colombia, que es el país donde en forma más acelerada aumenta la inequidad, y en un tercer lugar vergonzoso, lamentablemente, se encuentra Ecuador.

En el continente americano, el país menos inequitativo -es decir, más equitativo- es Cuba, porque a pesar de ser un país pobre, principalmente por el bloqueo comercial de más de medio siglo que ha estado sometido por parte de Estados Unidos, es corta la diferencia entre los que tienen más y menos ingresos. En  Ecuador, a pesar de la mejora sustancial de los sueldos inferiores con el actual Gobierno, sigue siendo demasiado alta la inequidad,  porque aumentan mucho más los sueldos e ingresos de quienes ocupan los puestos más altos en la escala de salarios de las empresas e instituciones. Se reduce muy poco el abismo, la brecha económica y social. Los ingresos de un pescador, jornalero de una camaronera, campesino, trabajador floricultor, obrero de la construcción, empleados de bancos, empleados de los supermercados, etc., son muy inferiores a los puestos directivos y de los dueños de las respectivas empresas. En Ecuador, los ingresos y sueldos en las empresas pueden ser 50 y más veces, entre los que menos y más ganan. En los países más equitativos, la diferencia entre el sueldo inferior y el superior puede ser entre 7 u 8 veces en las empresas e instituciones.

Los documentos básicos del diálogo sobre la inequidad son los proyectos de leyes sobre la Plusvalía y Herencia, y debe formar parte de la discusión un proyecto de ley sobre la proporción límite entre los sueldos, como alguna vez se refirió el presidente Correa, para que en ninguna empresa o institución la proporción entre los sueldos no sea más de 20 veces. Es decir, que exista libertad para aumentar los sueldos y más beneficios sociales en los niveles superiores, pero si se sobrepasa la proporción de 20 a 1, inmediatamente deben subirse los sueldos en el nivel inferior. La existencia de la Ley 20/1 sería un instrumento de participación de toda la sociedad en los diversos sectores ocupacionales para el cumplimiento de una mayor equidad y justicia en Ecuador.

No tengo conocimiento de que algún gobierno en la historia mundial haya invitado a un diálogo o a un debate nacional sobre la inequidad o la pobreza, que después del tema de la contaminación ambiental del planeta, es el más importante de todos. El diálogo  propuesto va mucho más allá del debate. En el debate, cada quien examina sus puntos de vista sobre el tema y permanece a distancia. El diálogo implica un compromiso y esfuerzos con el otro. El diálogo o su ausencia es un espejo de lo que cada quien puede ofrecer.

Quien no quiere dialogar o tiene peores argumentos, pierde. (O)