“¡Se acabó la diversión. Llegó el comandante y mandó a parar!”. ¿Quién era aquel comandante que hace más de medio siglo el pueblo cubano, eufórico, se refería en aquel estribillo? Y lo completaba: “Aquí pensaban seguir ganando el ciento por ciento con casas de apartamentos y echar al pueblo a sufrir. Y seguir de modo cruel contra el pueblo conspirando para seguirlo explotando, y en eso llegó Fidel”.
Era el comandante Fidel Alejandro Castro Ruz, líder máximo del proceso revolucionario, que mediante la lucha armada había tomado el poder, iniciando una etapa de grandes transformaciones económico-sociales.
Fidel nació el 13 de agosto de 1926, en Birán, zona dominada por la United Fruit Company. Tercer hijo del inmigrante español Ángel Castro Argiz y Lina Ruz. Concluida su primaria, se graduó de bachiller en el aristocrático colegio de Belén de los Jesuitas, en La Habana, en 1945. En este mismo año ingresó a la universidad, graduándose de Doctor en Leyes en 1950. Tenía 24 años. A sus 22 contrajo matrimonio con Mirta Díaz Balart, de quien se divorció. Se identificó plenamente con José Martí, considerándose continuador de su obra libertaria.
A Fidel no le interesaba mayormente su profesión de abogado. Su objetivo principal era derrocar al dictador Fulgencio Batista. El asalto a un cuartel militar para proveerse de armas era su plan, el cual lo efectúa el 26 de julio de 1953, asaltando a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, de Bayamo. El resultado fue fatal: 56 asesinados, 32 brutalmente torturados. Fidel y otros 19 compañeros lograron escapar. Detenido, en la prisión escribió su célebre alegato ‘La historia me absolverá’. El fracaso se convirtió en triunfo. Fue el motor del proceso liberador cubano y proyectó el actual cambio de época latinoamericano.
Ya libre, se radica en México, en donde arma la expedición del yate Gramma. Y junto a 72 insurgentes, el 2 de diciembre de 1956 desembarcan en Playa Colorada, dando inicio en la Sierra Maestra a la guerra de guerrillas.
El 1 de enero de 1959, cinco años, cinco meses y cinco días después del asalto al Moncada, el tirano dimitió. El 8 de enero, Fidel y otros combatientes entran a La Habana e inician la construcción del futuro.
Han transcurrido 55 años de aquella gesta heroica. Es admirable cómo la Revolución Cubana ha generado salud, educación, ciencia, arte, cultura. ¡Solidaridad!, no obstante el criminal bloqueo económico.
Su líder cumplió ayer 88 años de vida. En junio de 2006, el mundo progresista fue sorprendido con el anuncio de una delicada cirugía, delegando sus funciones a su hermano Raúl. Restablecido, desde 2007 escribe sus sabias reflexiones. La última, titulada ‘Holocausto palestino en Gaza’. Recibe a sus amigos y personajes ilustres. En fin, está al tanto de lo que acontece en el planeta.
Por todo aquello, el pueblo sabiamente comenta: “Es tan fuerte como el caguairán”, el resistente árbol cubano.
¡Felicitaciones, querido Comandante!