Sin duda las noticias mundiales, en lo que respecta al aumento de los casos y muertes por causa de la COVID-19, son alarmantes; aún más cuando parece existir un aumento de casos en nuestro país. Cabe entonces la duda, ¿estamos frente a una nueva posible ola de COVID-19?
Para responder a esta pregunta debemos enfocarnos en los sucesos alrededor del mundo. El pasado 4 de noviembre, el director general de la Organización Mundial de la Salud, el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, reportó que en 56 países existió un aumento de más del 10% de muertes en un período de 7 días. A esto se suman las declaraciones del director regional de Europa, indicando que, durante octubre e inicios de noviembre, el continente europeo ha tenido un aumento del 55% de casos nuevos, con la variante delta del SARS-CoV-2 como la más prevalente. Aún más, Europa y Asia están convirtiéndose en el epicentro actual de la pandemia, ya que en conjunto representan el 59% de todos los casos mundiales y el 48% de todas las muertes. Proyecciones actuales estiman que podría haber más de medio millón de muertes en Europa y Asia Central para el 1 de febrero del 2022.
Esto me recuerda a la famosa frase que diría una madre a su hija o hijo cuando quieren seguir el ejemplo de sus amigos: "Si el resto de tus amigos se botan de un barranco, ¿les vas a seguir?”. Debemos aprender de los errores de nuestras contrapartes al otro lado del Atlántico para no cometer sus mismos errores y "botarnos del barranco" con ellos.
Existen dos razones principales del aumento de casos. La primera es una insuficiente vacunación, teniendo en promedio, Europa y Asia, tan solo el 47% de población vacunada con dos dosis. Por ejemplo, Alemania tiene solamente un 66% de población vacunada y en Rusia tan solo el 32% tenía la inmunización completa hasta octubre del 2021. En el Ecuador, según el MSP, al 4 de noviembre, el 57.62% de la población se ha vacunado completamente. El mensaje no puede ser más claro, las vacunas reducen el número de muertes y una baja tasa de vacunación es la responsable del aumento de casos y de muertes en varios países.
La segunda razón es una relajación de las medidas de distanciamiento social y bioseguridad. Es sumamente claro cómo prevenir el contagio; sin embargo, en Europa y Asia, la reducción de medidas por la población ha resultado en el importante repunte observado.
Es responsabilidad de todos aprender de lo que esta sucediendo en el resto del mundo y no "seguirles al barranco".
