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Se debate la conveniencia de erradicar el eucalipto de las cuencas hidrográficas ecuatorianas en defensa del agua. Un técnico del Ministerio de Agricultura me alertó sobre la gran desinformación en nuestro medio, agravada por mitos, que se ciernen en torno al eucalipto, y me dio útil información del Centro de Investigación y Documentación del Eucalipto de la universidad de Huelva, que conceptúa que “hasta ahora, los estudios realizados no aportan datos concluyentes que lleven a pensar que el eucalipto altera significativamente el balance hídrico global de una cuenca… su capacidad de intercepción del agua de lluvia es muy reducida, incorpora el agua de las nieblas y, como toda especie forestal, contribuye a proteger contra la erosión, evita la pérdida del suelo, regulariza el ciclo hídrico y contribuye a la depuración y mejora de la calidad del agua”.
Según el técnico consultado, en el país hay unas 40.000 hectáreas de eucalipto, mientras que en Chile hay 2’000.000. El total de bosques en el Ecuador es de aproximadamente 12 millones de hectáreas (2014).
El Gobierno ha establecido incentivos para la conservación, la disminución de la deforestación (Socio-Bosque), la reforestación y facilitamiento del uso de la madera, que entre otras 17 especies incluye la plantación de eucalipto. En el programa de incentivos hay registradas 42.000 hectáreas de plantaciones forestales; y se espera llegar a un millón en un plazo no menor a 30 años.
Ojeada a la historia de la planta. Desde el siglo XVIII el gobierno de Australia se propuso difundir por todo el mundo semillas de su nativo eucalipto. A fines de ese siglo llegaron a Colombia las primeras semillas, que fueron plantadas en la sabana de Bogotá. Al Ecuador llegaron en 1865. El presidente García Moreno recibió dos cajones con semillas de diferentes especies, que encomendó al botánico Nicolás Martínez Vásconez de Ambato. Remito al lector a “Ecuador Terra Incógnita”, N°37, “Eucaliptos en Ecuador, historia y presente”. Según esta revista, pocas fueron las semillas que germinaron. En el Jardín Botánico de Ambato quedan dos troncos y un árbol caído de la especie de semillas “globulus” que tuvieron éxito.
Hoy en el mundo se utiliza el eucalipto para múltiples usos en las industrias farmacéutica, alimenticia, maderera, papelera y hasta licorera con el digestivo “eucallitino” o “Grappa all’eucalipto”’. El aceite de eucalipto es antiséptico, antiespasmódico, cicatrizante, desodorante, expectorante, estimulante, diurético y depurativo, y ayuda en infecciones respiratorias, tuberculosis y asma.
Lo lógico sería proteger los eucaliptos plantados para que sigan absorbiendo CO2 y dando madera, y priorizar la reforestación con especies endémicas.
Paradoja:
Mientras en los EE.UU. se incrementa el ataque a la naturaleza con la fracturación hidráulica, el gobierno de la Revolución Ciudadana da nuevos pulmones a la tierra: 647.250 plantas nativas de 216 especies sembradas en un día por 44.883 voluntarios, creando conciencia ambientalista.
Que se multipliquen los “sembratones”.