Cada año, al menos 50 millones de personas en el mundo disfrutan de un sabroso chocolate en su desayuno. Cada día, millones de personas consumen chocolate, en sus diversas formas, al punto que se estima que en Europa se consume entre 10 y 11 kilogramos per cápita al año. Mientras en Ecuador se consume entre 500 y 800 kilogramos. El chocolate, el cacao, está indisolublemente ligado a la historia de Ecuador. No podemos entender a nuestro país sin la denominada ‘pepa de oro’.
El cacao es uno de los productos emblemáticos de Ecuador, más aún cuando un hallazgo arqueológico reciente determina que el origen del cacao está en Ecuador; en la región amazónica. Los vestigios encontrados determinan que la variedad Theobroma cacao se utilizaba hace más de 5.300 años antes del presente, es decir 3.300 a.C., en la alta amazonía. Y es por ello que Ecuador busca la denominación de origen, lo cual traería innumerables beneficios al cacao fino de aroma nacional.
No olvidemos tampoco que la ‘pepa de oro’ fue en sus orígenes también utilizada como bebida y como patrón de intercambio, lo que le permitió abrir nuevas rutas hacia la costa del Pacífico y otras zonas del continente.
En buena hora, la calidad del cacao nacional, fino de aroma o de arriba, es ya reconocida en los grandes centros de producción. Y con orgullo podemos decir que con el cacao ecuatoriano se produce el mejor chocolate del mundo. Y Ecuador es el líder con una producción de más del 50% de todo el cacao fino disponible en el mundo. Se estima que actualmente más de cien mil familias lo cultivan en las tierras bajas de las cuatro regiones del país. Y constituye, junto al petróleo y el café, los productos emblema de Ecuador.
Toda esta historia del cacao y el chocolate se cuenta en el libro Ecuador. Tierra del cacao, publicado por Trama editores y de la autoría de Lourdes Páez, una comunicadora apasionada del chocolate, quien logra recopilar, de una manera lúcida y brillante -además de didáctica- la historia del chocolate. El libro viene acompañado de numerosas fotografías de gran calidad, gracias al trabajo de Fernando Espinosa. Y complementado con un exquisito diseño y magnífica impresión.
El libro es un sabroso y nutritivo recorrido por la historia del cacao. Nos cuenta el papel que la ‘pepa de oro’ ha jugado, para bien y para mal, en nuestra economía; el boom (en verdad dos) de donde surgieron los ‘gran cacao’, pero también las plagas que lo azotaron y el declive. Nos descubre importante información, gracias a un esmerado trabajo de cinco años, nos lleva -además- a los centros de producción más reconocidos de Europa, aquellos en donde la materia prima fundamental es el cacao fino de aroma ecuatoriano, al que en verdad lo veneran.
El libro nos descubre una gran diversidad de formas de preparación en América y Europa, incluso para la decoración, y nos comparte los saberes de las recetas tradicionales para la preparación del chocolate con su aroma único. Ecuador. Tierra del cacao, es un libro imprescindible para acercarnos a un producto emblemático que debe ser símbolo de nuestra memoria histórica. Este libro contribuye, sin duda, a consolidar la esencia de nuestra identidad y a evidenciar la enorme riqueza patrimonial de Ecuador. (O)