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El Telégrafo
Inty Gronneberg

Ecuador neocolonizado

24 de julio de 2020

El colonialismo se puede entender como la acción en la cual una metrópoli (entendida como ciudad o Estado con respecto a sus colonias) invade militarmente a un país y se apropia de sus productos primarios para usarlos en beneficio propio. Así entonces, se genera una metrópolis que manda sobre los recursos, y una colonia que se dedica a proveerlos.

En la actualidad, la dominación por armas no es la única forma de usufructuar de la riqueza de otras naciones. Ciertas estructuras a nivel internacional como el mercantilismo, la globalización empresarial desde las grandes potencias y el llamado imperialismo cultural son métodos que se pueden pervertir estratégicamente en la nueva era del llamado neocolonialismo, en el cual algunos países industrializados buscan la supremacía global, sin necesidad de usar la fuerza militar o apropiarse de otros territorios.

Así entonces, si el mercantilismo se usa con este fin, el país neocolonizado depende ampliamente de las estructuras mercantilistas de la metrópoli para poder vender sus productos, por lo cual se mantiene estando sujeta al pueblo colonizador. Por otra parte, con la globalización empresarial tergiversada para estos propósitos, las grandes corporaciones mantienen sedes en las metrópolis, alineadas solamente con intereses locales, y en detrimento de lo que suceda en sus subsidiarias.

Finalmente, mediante el llamado imperialismo cultural, las élites de la región neocolonizada están ampliamente influenciadas por las normas culturales que priman en la metrópoli, desconectadas de sus orígenes, o incluso desconociendo los intereses de su propia nación.

Estos procesos se van a acelerar en un mundo post pandemia, con potencias como China y Estados Unidos en creciente batalla por la autoridad global. Buscarán economías débiles, con problemas internos y liderazgos débiles, como lo que sucede en Ecuador.

El pensar que nuestra falta de consensos no tendrá consecuencias geopolíticas es pensar de forma ingenua. Un ejemplo es lo que está sucediendo estos días con parte de la flota de buques más grande a nivel global, ubicada al momento cerca de nuestras costas: las miniciudades flotantes de China, quienes, habiendo agotado cardúmenes enteros en aguas domésticas, viajan a países en desarrollo para cubrir su enorme demanda.

Sus procesos no son sostenibles y generarán afectaciones económicas y ecológicas en el corto plazo, sin una postura nacional firme. Debemos dejarnos de ver solamente el ombligo, pensando que el Ecuador existe dentro de una burbuja. (O)

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