Los países que fracasan, a pesar de la riqueza de sus recursos y las virtudes de su gente, no naufragan de golpe sino que se hunden poco a poco.
Son los procesos internos los que corroen la confianza, generan caos y carcomen las oportunidades de crecimiento. Es el apartheid sudafricano, la restricción de libertades de Cuba o la violencia urbana de El Salvador. En nuestro caso es la corrupción y la falta de educación, pero también es el centralismo y un falso sentido de unidad.
Culpar de nuestras desdichas a los políticos o al FMI es la salida recurrente, pero en este punto la sociedad civil tiene dos posibilidades: perfeccionar la pasividad de la resignación u ofrecer sus manos para restaurar nuestro entorno.
Un centenar de ecuatorianos se autoconvocaron en busca de coincidencias que nos inviten a obrar en una gran minga nacional de recuperación. “Diálogos Vitales” fue concebido por gente de diversos perfiles, aunque lo importante no es tanto la experticia sino la voluntad de transformación sin agenda partidista y fuera de la función pública.
Yolanda Kakabadse, por ejemplo, es una líder global en temas ambientales. De su largo recorrido de cuatro décadas solo estuvo dos años al frente de un despacho ministerial. “Para hacer cambios hay que empezar con la gestión y eso no nos obliga necesariamente a estar vinculados a una entidad de gobierno”, explica.
La iniciativa propone varias rutas de avance que suelen ser parte de la retórica política.
Pero para proceder con justicia, facilitar la inclusión y construir con sostenibilidad en el día a día no hace falta ganar una elección. Por eso uno de los primeros objetivos será acercarse a los candidatos para que “reconozcan la posibilidad de conocer procesos dinámicos nuevos y para que sepan que vamos a hacer un seguimiento”, dice Kakabadse. Que las ofertas estén a la altura pero que también sean realizables.
Salir a votar responsablemente, cumplir las leyes y pagar los impuestos ya no alcanza. Es hora de dejar de ser pasajeros y bajarse a empujar y aportar con ideas para poder arrancar nuevamente.
En 1988 la Fundación Natura (comandada por Kakabadse) y las dos organizaciones ambientales más influyentes del mundo lograron un canje de deuda externa para robustecer el sistema de parques nacionales. Fue un esfuerzo privado de transformación al que se sumó el gobierno. Para desatar un nudo siempre hay que usas las dos manos. (O)