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La visita del Papa estableció un paréntesis en las marchas y movilizaciones contra los proyectos de leyes de herencia y plusvalía, de los que se aprovechó la oposición para aparecer defendiendo a la gente. El gobierno respondió con el diálogo para la equidad y la justicia. Dada la convocatoria del FUT a un paro nacional, el 13 de agosto, al que plegaran la Conaie (aunque dividida), la UNE, la Federación Médica Ecuatoriana (FME), etc., los distintos movimientos políticos opositores y oficialistas preparan sus estrategias.
Por un lado, están partidos políticos PSC-MdG, CREO, PSP, Unidad Popular (ex-MPD), etc. que, con una plataforma contra las enmiendas constitucionales, oposición a dichos proyectos, defensa de la libertad, etc. se oponen al diálogo por considerarlo poco creíble. Su estrategia está hacerse ver en las calles aprovechando el ánimo de la gente que ha sido afectada por distintas leyes, medidas económicas y decretos. Por otro lado, el FUT, la Conaie, el FME, la UNE, etc. más que defender intereses gremiales tienen objetivos políticos y coinciden en algunos puntos de su plataforma de lucha con los intereses de la derecha. Por el lado del gobierno, está el CUT, Red Nacional de Maestros, el Frente Unidos, grupo de indígenas, artesanos, etc. que apoyan y defienden la revolución ciudadana.
Para esto último, una táctica del Gobierno, para el diálogo, es apoyarse en instancias afines. Así, el Presidente se reunió con la AME, con la asistencia de 142 alcaldes, casi dos terceras partes de esta; con gobernadores y jefes políticos así como con las juntas parroquiales para establecer un primer frente de defensa en los territorios. A escala nacional, el ministro de RR.EE. ha emprendido acciones para reactivar los comités de revolución ciudadana, tener capacidad de repuesta frente a las movilizaciones de la oposición y aglutinar apoyo en movimientos y grupos sociales. Senplades mantuvo encuentro con líderes y dirigentes de comunas, pueblos y nacionalidades indígenas, con ONG y organizaciones de la sociedad civil; a su vez, el Ministro de Trabajo se reunió con trabajadores.
Por otro lado, también se inició el diálogo con sectores económicos. En efecto, representantes de la economía popular y solidaria acordaron con las autoridades acelerar trámites, manual de higiene y garantías que concedería la Corporación de Finanzas Populares para microempresa y organizaciones que participen en compras públicas, etc. Además, los ministros del ramo se reunieron con las mipymes para tratar asuntos de interés. Finalmente, Senplades abrió el diálogo, en la ESPOL, con analistas económicos, sobre el país que queremos. Sin embargo, una cosa es el diálogo político y otro con actores económicos.
En efecto, los partidos políticos de derecha y ciertos movimientos sociales mantienen sus demandas y prefieren ir a un paro para imponer sus demandas. A los sectores económicos les interesan sus problemas. El diálogo político, para ser fructífero, tiene que ir a un nivel en el que exista capacidad de decisión, con flexibilidad de las partes, ¿Y después del paro qué? (O)