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La coyuntura actual es predominantemente política. Frente a las movilizaciones, el Gobierno ha respondido con llamado al diálogo, pero parte de los movimientos sindicales, indígenas y políticos de oposición han convocado a un paro nacional para protestar sobre la política gubernamental que afectarían sus intereses.
La Conaie inició su marcha, el 10 realizarán el ‘levantamiento indígena’ y el 13 de este mes plegarán al paro convocado por las centrales sindicales. La Federación Médica Ecuatoriana (FME) y un grupo de jubilados plegarán al mismo.
La Conaie protestará por las leyes de tierra, agua, enmiendas constitucionales, etc. Cholango, expresidente de la Conaie, ha señalado que “peor juntarse con la derecha neoliberal capitalista de los señores Rodas, Lasso, A. Páez, ni otros sectores”. También rechazaron al Prefecto del Azuay. Sin embargo, el movimiento Compromiso Ecuador (CREO y otros) participarán en el paro.
El Frente Unitario de Trabajadores reclama por un nuevo Código de Trabajo, solicita el archivo del proyecto de ley de Herencias y de Plusvalía, enmiendas constitucionales, etc. El Gobierno inicialmente planteó un nuevo Código de Trabajo, pero después solo reformas laborales. Un cambio de posición que no fue bien recibido por los trabajadores y ahora insisten en un nuevo código.
¿Por qué protestan los médicos? Por la creación de la Agencia de Control de Calidad de los Servicios de Salud y Medicina Prepagada (Acces). El MSP, como respuesta, inició la socialización del decreto que la creó. La actitud de la FME tiene como antecedente la inclusión de la mala práctica médica en el nuevo Código Penal. ¿A quién reclamaríamos si no hay buena prestación de servicio de salud, tanto privada como pública? ¿No hay conflicto de intereses en la FME cuando sus miembros prestan servicios en medicina prepagada?
Un grupo de jubilados protesta por la Ley de Justicia Laboral que, según ellos, puede atentar sus intereses y pago de jubilaciones.
Los errores en el tratamiento de proyectos de ley condujeron a que la coyuntura política se desborde y ahora el Gobierno la enfrentará con más diálogo. Así, el Presidente se reunió con los transportistas, la Asamblea abrió diálogo con trabajadores y abrió posibilidades de eliminar ciertas enmiendas constitucionales. Por su lado, el Canciller busca reactivar los comités de la revolución para defender la misma.
En el fondo, se trata de intereses corporativistas o de grupo que se defienden. Hay intereses políticos en juego, la derecha aprovecha la coyuntura. ¿Después del paro, qué? ¿Procede sentarse a la mesa de negociaciones, con el Gobierno, para llegar a ciertos acuerdos? La coyuntura no solo es política sino que, además, hay una situación económica compleja que, dependiendo de la evolución de variables externas, obligará a tomar nuevas medidas. Es hora ya de flexibilización de posiciones y llegar a acuerdos para una agenda y proyecto nacional que busque el desarrollo, equidad y la justicia social. Si el fenómeno El Niño aparece, se complicaría aún más la coyuntura económica. (O)