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En los últimos días he tenido la oportunidad de asistir a varios eventos en los que se habla sobre los avances en la Inteligencia Artificial y se advierte de los riesgos en los que podríamos estar inmersos, sobre todo frente a la posibilidad de pérdida de oportunidades laborales sobre todo para las nuevas generaciones.
Así como he entrevistado a expertos sobre estas temáticas, con las consabidas preguntas y dudas a flor de piel.
Tuve también la posibilidad de dictar una conferencia sobre Inteligencia Artificial e Inteligencia Emocional, frente a un público numeroso y ávido de respuestas, y, desde luego, curiosa como soy, trato de mantenerme al día frente a la enorme cantidad de información que se genera y las expectativas que tenemos.
Por supuesto, converso con mis nietos niños y ya adolescentes inquietos y siempre dispuestos a un buen diálogo y trato de nutrirme de sus preguntas e inquietudes, lo que me entusiasma y genera siempre ricos intercambios de ideas.
Por ello, voy a compartir con mis queridos lectores, algunas ideas que surgieron de esos últimos intercambios sostenidos, sobre todo con miras a encontrar los caminos que puedan conducirles a vidas plenas y a caminos de satisfacción y de éxitos, tanto a nivel individual como en las vidas que colectivamente se construyan, en ese mundo futuro, que cada vez lo encontramos más cercano, aún en medio de las incertidumbres que la vida misma conlleva.
Por ello, les aconsejaba el distribuir sus iniciativas que configuren sus vidas profesionales, mezclando sus intereses, o mejor combinándolos entre sus inclinaciones a seguir una determinada carrera, con sus hobbies, sus pasiones, sus ganas de hacer diferentes cosas, y, pensábamos en conjunto que tal vez esa sea la mejor forma de enfrentar los retos que la IA comporta, porque sabemos que ya muy pronto este constructo humano, que es la Inteligencia Artificial puede rebasar las capacidades humanas.
Así, si un niño o niña tiene aficiones deportivas, pero también le gusta cocinar, ama sus libros, tiene curiosidades científicas o literarias, lo mejor sería aconsejarle seguir esos varios caminos, tal vez combinarlos, siempre tener a mano varias y diversas opciones, lo que los volverá mucho más difíciles de sustituir por la Inteligencia Artificial, haciendo también que ese lado emocional se desarrolle y le ayude a construir empatías, relaciones, no fácilmente superables por las máquinas.
Entonces, estos seres humanos diversos, con inteligencias e intereses múltiples podrán desarrollar sus actividades, sin riego de ser reemplazados por las máquinas, será entonces la Inteligencia Emocional la que supere a la Inteligencia Artificial.