Con las elecciones legislativas del 20 de diciembre, la derecha española perdió la mayoría en el Congreso y Podemos (izquierda) se convirtió en potencial fuerza política, y progresista poniendo en jaque al bipartidismo. La formación de gobierno se complica para la derecha.
El Partido Popular (PP) alcanzó 7,2 millones de votos (28,7%) y 123 escaños perdiendo 3,6 millones de electores; el Partido Socialista (PSOE) logra 5,1 millones de votos (22%) y 90 escaños pero disminuyó sus preferencias en 1,4 millones. Los votos perdidos del bipartidismo fueron a Podemos que logra 5,1 millones de votos y 69 escaños y a Ciudadanos (C’s, derecha emergente) que obtuvo 3,5 millones de votos y 40 escaños, resultado muy por debajo de lo esperado. Con este escrutinio se resquebraja el bipartidismo (PP y PSOE) y la derecha por sí sola no puede formar gobierno. Podemos, nacida de los indignados, pasa a ser la tercera fuerza política, y Ciudadanos fracasa como alternativa al PP.
El voto castigo contra el PP fue muy claro. En las elecciones municipales ya había perdido terreno en el poder local y regional y, con el resultado legislativo, peligra su continuidad en la presidencia del Gobierno. ¿A qué se debe este retroceso? A 3 factores: la corrupción, la política de austeridad y la crisis humanitaria.
En el caso Gurtel, se descubrió que el extesorero del PP montó una segunda contabilidad para esconder los sobornos por obras públicas y su distribución entre algunos dirigentes del partido. En Bankia, rescatada por el gobierno, su expresidente, Rodrigo Rato, miembro del PP, utilizó tarjetas de crédito, sin contrato alguno, para pagar sus gastos personales. En la operación Púnica, se acusa a miembros del PP de participar en una red de pago de comisiones ilegales para la asignación de contratos de obra pública. Para agravar la situación del PP, un juez de Valencia acusó, a los exconcejales de este partido, de recibir coimas por obras públicas y generar dinero negro al PP.
Con la política de austeridad, Rajoy aplicó medidas de reducción del gasto social que generaron desempleo, disminución del estado de bienestar, baja en presupuesto de investigación, educación y salud, etc. Los efectos fueron un aumento de los niveles de pobreza, a tal punto que, en 2014, España ocupa el segundo lugar en la amenaza de pobreza y exclusión social, con el 29,2%.
Si bien, Zapatero (PSOE) dejó mal la economía; con el rescate de los bancos, Rajoy entregó millonarios recursos que no ha recuperado. Los efectos del ajuste recayeron sobre los más vulnerables de la sociedad llevando a una crisis humanitaria. Si bien la economía ha mejorado, los niveles de desempleo juvenil, en 2015, alcanzan casi el 50%, y, en el tercer trimestre, la deuda pública llegó al 99,3% del PIB.
En las últimas elecciones, hubo voto castigo al PP. El rey le encargó formar gobierno pero no lo logró. Ahora, le dio la tarea al PSOE, que pretende incluir a Ciudadanos al que se opone Podemos. Con la fragmentación del Congreso, será difícil la formación de gobierno o se formará uno inestable o habría nuevas elecciones. (O)
