La pandemia que azotó a la humanidad por más de dos años fue dramática, pero más terrible para los países menos desarrollados y América Latina. Algo que no se conoce en el Ecuador es que los países europeos subsidiaron a los empleados, trabajadores y funcionarios públicos con el 80% del sueldo o salario, aliviando a los patronos que tenían que pagar solamente el 20% de sus remuneraciones y no hubo despidos. Lo cual hizo más manejable la crisis. Igual ocurrió en Japón y en otros países desarrollados. Ellos tuvieron reservas monetarias previsibles para los años flacos. Lo que permitió que sus habitantes no sufran como otros. Padecieron las muertes que no tuvo distinción de clases sociales, pero no sufrieron el azote combinado con la pobreza. Hubo más tranquilidad económica y no fueron despedidos de su empleo.
En cambio, en los países en vías de desarrollo fue catastrófico; aparte de los muertos, sufrieron una hecatombe financiera por la pobreza, todo fue malo. Los gobiernos sin reserva monetaria, ni previsiones, no pudieron actuar y el hambre cundió. Los noticieros actuaron bien en general, sin embargo, algunos voceros alarmaron y dieron información incompleta.
Lo único bueno que trajo la pandemia fue en educación. Se desarrollaron nuevos programas digitales de enseñanza que ha beneficiado a muchos en el mundo. La educación en línea y presencial fue altamente favorecida. Por primera vez la educación prosperó, ya que en el pasado casi no mutaba, siempre teníamos al maestro con su conferencia magistral; en los últimos años se modificó abriendo las clases a sus estudiantes, permitiendo una mayor participación de los mismos, lo cual fue positivo.
Los países pobres sufrieron, además, las catástrofes del deterioro físico en las instalaciones de las escuelas, colegios, institutos superiores y universidades por su abandono. Los edificios, aulas, jardines, canchas o espacios abiertos padecieron su abandono. Las más afectadas fueron las instituciones públicas, peor en la costa. Además, los estudiantes pobres padecieron por carecer de computadoras o celulares, o tenían que compartirlos con sus padres o familias. Esto fue terrible para el aprendizaje. Por declaraciones de las autoridades educativas el rendimiento de estudiantes fue afectado en la pandemia por carecer de medios digitales.
Hay una nueva variante llamada Ómicron BA.2 que ha alarmado a China, inclusive han aparecido 5 casos en la costa ecuatoriana, pero dicen ser menos letales que las anteriores. Sin embargo, el COE nacional permitió todo: estadios, restaurantes, hoteles, centros nocturnos, etc. Solamente exige a los residentes del Ecuador el uso de mascarilla hasta nueva orden, lo cual es bueno. En los países desarrollados nadie, casi, nadie utiliza mascarilla.
