Comportamiento organizacional se refiere a las acciones de la gente en su trabajo. Se focaliza en el proceder individual que es: actitud, personalidad, percepción, aprendizaje y motivación; de tal manera que podamos establecer un tipo de conducta grupal mediante normas, roles, trabajo en equipo, liderazgo y conflicto, con el objetivo de explicar, predecir e influenciar dicho comportamiento.
Se ha levantado una gran polémica por la existencia y pago de un bono de eficiencia a varias autoridades de este Gobierno, a tal punto que el señor Presidente ordenó la suspensión y su respectiva devolución. El principal argumento en contra es que los funcionarios públicos reciben su salario precisamente para que sirvan eficientemente a la colectividad y no deberían existir otros estímulos.
Toda organización, y el Estado no es la excepción, tiene una configuración similar a un iceberg. Los aspectos visibles son las estrategias, objetivos, políticas y procedimientos, estructuras, tecnología, autoridad formal y cadena de mando. Aun los más recalcitrantes opositores aceptan que este Gobierno maneja estos temas con excelencia. Pero existen los aspectos ocultos, que son las actitudes, percepciones, las normas de los grupos, las interacciones informales y los conflictos interpersonales e intergrupales que afectan directamente la eficacia y la eficiencia para conseguir los resultados.
La propuesta del Plan de Desarrollo para el Buen Vivir que presentó la Revolución Ciudadana es realmente la construcción de una nueva cultura organizacional de nuestro país para mejorar la productividad de los empleados en todos los niveles y, de esta manera, medir su rendimiento y efectividad; combatir el ausentismo, tan usual que hasta pasa desapercibido; reducir la permanente rotación de personal; crear una conducta organizacional ciudadana que, siendo discrecional, no forma parte de los requisitos para empleo formal, sin embargo promueve el efectivo funcionamiento de las organizaciones; proporcionar satisfacción del trabajo para mejorar la actitud general acerca de sus empleos. Un bono de eficiencia no es la panacea para este ansiado cambio cultural, sin embargo, puede positivamente afectar los factores psicológicos del comportamiento del empleado. La idea es disminuir los comportamientos erróneos que se presentan en forma de desvíos, agresiones, conducta antisocial y la violencia, que en nuestra colectividad surgen en los empleados en forma intencional con fatales consecuencias para las instituciones y los individuos. No es un cambio de forma de pensar, es interaccionar con los componentes cognitivos de la actitud de los funcionarios: sus creencias, opiniones, conocimientos o la información que cada uno posee. Pero no se puede dejar de lado su parte afectiva: emociones y sentimientos. Todo esto puede finalmente generar un componente de conducta que es la intención individual de comportarse en cierta forma.