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Llegue a la política y busque un hombre con ética. En los últimos tiempos la ética y la política han sido elementos que han discurrido por caminos dispares, alejados uno del otro, sin posible punto de encuentro. Ética proviene del griego ethos que hace referencia a la costumbre, “la ética es una parte de la filosofía, es la filosofía que estudia el recto obrar del hombre,” por tanto, el objeto de la ética es la moralidad del acto humano.
Por otro lado, Política encierra fundamentalmente el concepto poder, que en democracia es entregado por el pueblo, quien deposita la confianza en unos pocos encargados de gestionar, por delegación, ese poder. Seguramente, las nuevas castas políticas a nivel global no recibieron esta lección en sus diferentes escuelas o universidades, o si la recibieron no prestaron mucha atención.
Si hacemos un recorrido, por nuestro país en la última década, podemos sacar unos cuantos nombres de ‘ilustres’ que han decidido separar la política de la ética, por ejemplo: el primo, ‘Capaya’, Carlos Pólit, Chiriboga, Glas, Bravo, Mosquera, hermanos Alvarado, Rivera, Ramiro González, Espinel, Correa, solo un pequeño ejemplo.
A este grupo de ‘ilustres’, la pasada semana se unía uno de los hombres con más poder en el país, el presidente de la Asamblea, quien simplemente hizo una llamada a su ‘compadre lindo’, prófugo de la justicia, el excontralor Carlos Pólit. El simple reconocimiento por parte de Serrano de la existencia de esta conversación es un elemento suficiente para que automáticamente presente su renuncia.
Claro, aún es más grave que el presidente del Legislativo hable de manipular a uno de los miembros del Poder Judicial, “tenemos que bajarle”, es decir, Serrano, desde el Legislativo, maquinando la caída del fiscal Carlos Baca, y por tanto violando la división de poderes. Por cierto, ¿qué decir también de un fiscal inmerso en todas estas oscuras tramas? Juzguen ustedes.
Es difícil entender la No renuncia de estos personajes, solo hombres sin ética pueden intentar aferrarse al poder después de lo sucedido. Yo francamente estoy asqueado de tanta desfachatez que en estos últimos años ha rodeado a nuestra política. Ya queremos empezar a ver ética y política, algo más cerca. (O)