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Rodolfo Bueno

Así pasó de verdad

02 de agosto de 2016

En las primeras operaciones de la Gran Guerra Patria (desde el 22 de junio de 1941 hasta el 9 de mayo de 1945), el Ejército soviético experimentó la amargura de las derrotas y sobre la existencia de la URSS se extendió una amenaza mortal. Los éxitos de las Fuerzas Armadas de Alemania, Wehrmacht, obedecían a las ventajas que sobre la Unión Soviética poseía la Alemania nazi: era dueña de casi toda Europa, cerca de 6.500 centros industriales europeos producían para la Wehrmacht y en sus fábricas trabajaban 3’100.000 prisioneros extranjeros especializados, su economía poseía dos veces y media más recursos que la Unión Soviética y su producción se encontraba dirigida, en lo fundamental, hacia la industria de guerra.

Alemania era la más poderosa potencia imperialista de entonces. Se necesitó del colosal esfuerzo y heroísmo del pueblo soviético para revertir la situación y lograr la victoria. El 9 de mayo de 1945, luego de 1.418 jornadas de denodados combates, terminó una contienda en la que murieron más de 60 millones de seres humanos, de los que 27 eran soviéticos. La mayor parte de ellos falleció como consecuencia de la salvaje represión ejercida por las tropas ocupantes contra la población civil.

Alexander Werth, reconocido periodista inglés de la BBC, escribe: “En efecto, precisamente los rusos llevaron el fardo más pesado en la guerra contra la Alemania nazi, precisamente gracias a esto quedaron con vida millones de norteamericanos e ingleses”. Edward Stettinus, secretario de Estado de EE.UU. durante la Segunda Guerra Mundial, reconoce que el pueblo americano debería recordar que en 1942 estuvo al borde de la catástrofe. Si la Unión Soviética no hubiera sostenido el Frente Oriental, los alemanes habrían estado en condiciones de conquistar Gran Bretaña. Asimismo, de apoderarse de África y, en tal caso, crear una plaza de armas en América Latina.

Estos son algunos hechos que los actuales falsificadores de la historia odian reconocer: la guerra destruyó en la Unión Soviética 1.710 ciudades, 70.000 aldeas, 32.000 empresas industriales, 65.000 kilómetros de vías férreas, 98.000 cooperativas agrícolas, 1.876 haciendas estatales, 6 millones de edificios, 40.000 hospitales, 84.000 escuelas. Los nazis trasladaron a Alemania 7 millones de caballos, 17 millones de reses, 20 millones de puercos, 27 millones de ovejas y cabras, 110 millones de aves de corral. Las pérdidas totales de la Unión Soviética fueron de unos 3 billones de dólares (un 3 seguido de doce ceros); algo de lo que, en mi opinión, la URSS jamás se recuperó y que, a la postre, generó las condiciones para su colapso.

En ocasiones, se exagera sobre el monto de la ayuda norteamericana a la URSS. Lo cierto es que las entregas, mediante la Ley de Préstamos y Arriendos, equivalen al 4% de lo que la Unión Soviética producía. Del total de 46.700 millones de dólares que EE.UU. suministró a sus aliados, a la URSS le correspondió 10.800 millones de dólares, menos de la cuarta parte de ese total.

De lo antedicho, se concluye que la más importante lección para las presentes y futuras generaciones es que las guerras hay que combatirlas antes de que estallen. Vale la pena recordarlo ahora que el imperialismo mundial globalizado busca una nueva guerra. (O)

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