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A propósito de las recientes elecciones presidenciales de la segunda vuelta donde se evidenció el triunfo contundente del candidato Daniel Noboa, paso a comentar unas anécdotas aleccionadoras relacionada con el voto de los ciudadanos de la tercera edad: un amigo de nombre artístico Romanzú, al igual que mi persona de la tercera edad y miles otras más ,al ver en peligro el futuro del país, decidió hacer un esfuerzo y viajar a su natal Pimampiro para ejercer su derecho al voto aunque no obligatorio. Ya en el recinto electoral observó a personas humildes , ya ancianitas , unas en sillas de ruedas, otras caminando con dificultad ayudadas por sus hijos o nietos, o con bastones gastados hacían todo su esfuerzo para caminar y llegar a votar, situación que le conmovió a mi amigo , quien no pudo contener las lágrimas de la emoción, procediendo a abrazarles y felicitarles a los que más pudo ,por su coraje y amor patrio . Historia, por supuesto digna de contarse en todo momento, como también la del hombre de 109 años José Chacón Perugachi, que votó en Ibarra, por la Democracia.. ¡Qué fortaleza y valentía!
Estas anécdotas nos dan pie para afirmar , que en una buena parte el triunfo del presidente Noboa también se debió al voto decidido de los adultos mayores . Que es digno de admirar su amor por la patria, que es válida su experiencia en la vida y su consejo orientador , tan necesario para sus hijos y nietos. Esperamos que el Presidente reelecto en su próximo gobierno entregue más salud, más ayuda para los ancianos, para aquellos que tienen pocos ingresos o que tienen discapacidad, ,sobre todo en los sectores rurales. Se lo merecen, son personas dignas de admirar y por lo tanto merecen igualmente una vida digna; además es necesario un aumento en la pensión de los jubilados de la tercera edad hasta mínimo un salario básico.
Para terminar no nos olvidemos una frase célebre de Víctor Hugo, que dice: "Y si fuego es lo que arde en los ojos de los jóvenes, luz es lo que vemos en los ojos del anciano".