¿Cómo nace la idea de convertir una festividad tan emotiva en algo tan comercial? San Valentín literalmente murió por amor. No todo está dicho en el amor. Sentir ‘mariposas’ es algo que se cultiva y se añade con cada toque, mirada, palabra, acciones vivas en la relación de pareja, sinembargo no hay publicidad que venda más que esa que utiliza un motivo emocional para dar en la tecla del consumidor. ¿Por qué se vende tanto ese día? En Estados Unidos, últimas encuestas reflejan que, de 10 personas, 8 celebran San Valentín, ya sea con sus parejas o con sus amistades y familiares. ¡Bingo! Con pandemia o sin ella, el marketing estuvo a tope para la fecha.
Corrieron a las tiendas o llenaron el carro de la compra en línea, sin chistar ni cuestionar la campaña de mercadotecnia que induce a que debe derrochar ahora y pagar en los restantes meses del año, en procura de que el día de la amistad y el amor, sea de abundancia y alegría como consecuencia de todo lo adquirido.
No se trata de cancelar al patrono de los enamorados, ni intentar aprobar un examen de pureza minimalista. Se aspira, al menos, romper, trizar, quebrar un poco con la mentalidad consumista que demanda comprar cosas todo el tiempo que pueden agradar por un momento y luego la indiferencia se convierta en protagonista. Pregunte a las mujeres por todo el dinero invertido en ropa, zapatos, carteras o joyas
Esta festividad romántica, convertida en pretexto para manifestar amor a nuestras personas cercanas, debió invitar a la reflexión de quienes lucran con la venta de miles de globos, flores, chocolates, serenatas, restaurantes, cines, moteles y discotecas que no dieron abasto para en nombre de Cupido y San Valentín, hacer volar la imaginación y jurarse amor eterno. Gracias a esa experiencia única, personal, diferente, vivencial, compleja, profunda y fascinante, Ecuador vende millones de rosas y flores ecuatorianas que genera cuantiosos ingresos de divisas al erario nacional.
Para este año, el sector estimó una reducción de hasta el 26% en los espacios de los vuelos para las exportaciones a Europa y de alrededor del 15% para Estados Unidos, que son los principales mercados de los envíos florícolas. Es decir, de 100 tallos producidos, solo unos setenta y cinco llegaron a sus destinos. Desde hace seis meses hay complicaciones en la logística de los envíos y cancelación de vuelos, producto del contagio por el covid-19.
Cuando la reflexión se impone, caemos en cuenta que cada nueva compra pone en marcha una cadena global de acontecimientos, que suele comenzar con la extracción de petróleo para fabricar el plástico que se encuentra en todo, desde el más pequeño detalle y el envoltorio que lo empaqueta hasta la mega adquisición. Esos materiales viajan desde la planta de procesamiento a la fábrica, al contenedor del barco para llegar a los puertos y al almacén más cercano de casa.
Sin duda, la tarea de encontrar un regalo que hable de la auténtica y hermosa relación con la pareja, hijos, nietos o amigos, en lugar de solo comprar de una lista de deseos compartidos, requiere más reflexión y trabajo para seleccionar algo encantador que sea un reflejo de la ética y estética individuales. Esa experiencia lleva al entorno a algunas nuevas experiencias.
Está claro que no soluciona la crisis medioambiental porque se requieren cambios más radicales liderados por gobiernos, grandes empresas y conciencia ciudadana. La denuncia del consumo de energía sin límite y del uso de ingentes recursos naturales y económicos, son parte del discurso de ambientalistas, políticos, líderes, académicos, actores, artistas y activistas que aprovechan todo escenario internacional, plataformas y redes sociales en la búsqueda de un cambio de actitud del ser humano.
El tema ambiental lleva en la agenda de los medios de comunicación, más o menos, medio siglo sin que haya cambiado la mentalidad consumista, ya sea circular o compartida. El revendedor de internet Thred Up hace relación a una investigación en la cual proyecta que el mercado de la ropa de segunda mano en Estados Unidos, ícono del capitalismo y consumismo, se duplicará en los próximos cinco años y alcanzará los 77.000 millones de dólares. Suena a buena noticia para el planeta al reducir un poco el movimiento de cosas de un lado a otro del mundo.
La pandemia del Covid 19 nos ratifica en la enseñanza de que el tiempo compartido en una conversación, un paseo, un café entre amigos o una sobremesa, es mucho más significativo que cualquier cosa que se pueda desenvolver.
Al ser realista, no estoy segura que en países como el nuestro, donde tradición y costumbres importadas son las más esperadas cada temporada, hubo el intento de renunciar por completo a la ofrenda de regalos. Más allá de los veinte y cinco o cincuenta dólares de ahorro, está el útil recordatorio de que las cosas no son nuestra identidad. Tenemos familia, amigos y una comunidad con la cual compartimos y de las cuales nos sentimos agradecidos de formar parte.