Uno de los efectos positivos de las pasadas elecciones fue evidenciar, una vez más, la necesidad de educación política como condición continua para avanzar en la consolidación de Alianza PAIS. La educación política fortalece la ideología y la política, y profundiza la democracia al interior del movimiento.
Ahora es más claro que el modelo de organización debe ser actualizado a las nuevas condiciones históricas que vive el país. El modelo actual respondió a otra temporalidad, a una primera fase que exigía una determinada articulación y movilización social -pero por efecto positivo de las políticas públicas gubernamentales que se evidencian en el mejoramiento de las condiciones de vida de los ecuatorianos- sin duda llegó a sus límites estructurales. Por eso, el pensar en su reorganización es el tema más relevante para las organizaciones políticas que la componen. El modelo de organización, sea partido o movimiento, va más allá de la denominación. ¿Queremos una organización reformista socialdemócrata o una organización socialista? ¿Un instrumento político que lleve todo lo alcanzado en el país hacia el socialismo del Buen Vivir?
Si es reformismo significa que terminaría haciendo, legítimamente, lo que hace Avanza, y que lo hace muy bien. Pero la conjunción de organizaciones en Alianza PAIS fue la consolidación del poder ciudadano hacia el socialismo del siglo XXI. Y es esto precisamente lo que debería conducir la discusión: socialismo o reformismo. Habrá quienes quieran solo pensar en cambiar el movimiento hacia uno más organizado y orgánico, cosa lógica, pero sin entrar a debatir los fundamentos ideológicos, con lo cual se entraría en una serie de reformismos para calmar las conciencias y urgencias. Un reformismo que se reduzca a nuevas consignas, nuevos estatutos, nuevos rostros, etc.
Cuando lo que se requiere es actualizar el ideario y el programa con base al proyecto político. Y esos cambios deben enmarcarse en disputar más el poder, no solo del Estado, sino el poder de las élites: mayor redistribución de la riqueza, democratización de los medios de producción; movilización popular por una revolución agraria total, impulsar un modelo de producción y consumo socialista en los territorios, acorde a la preservación de la naturaleza, pero sin caer en pachamamismos ingenuos, etc. Sin duda, Alianza PAIS debe estar al día en lo que pasa en la sociedad, ser el articulador político más eficiente y efectivo para dar pautas en la movilización para consolidar el poder ciudadano.
Por eso más democracia participativa, movilidad interna, mecanismos eficientes en la toma de decisiones colectivas, fortalecimiento de las asambleas, son acciones claras y rápidas a tomar. El reformismo solo aplacará las demandas coyunturales y pondrá felices a los sectores conservadores internos, como conservadores de la derecha o de ciertas izquierdas de fantasía, ya que AP dejaría el espacio para que aquellos actúen. La vía al socialismo es la única vía.
