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La división del mundo entre países del norte y del sur no obedece estrictamente a razones geográficas sino más bien a características de industrialización, políticas, sociales y económicas.
Los llamados Países del Norte son los industrializados, desarrollados e intensivos en capitales financieros, y los del Sur, aquellos limitadamente industrializados, menos desarrollados intensivos en recursos naturales.
A partir de la Revolución Industrial, el mundo dispuso de una comunicación rápida y relativamente barata, incrementando sus relaciones -especialmente las comerciales- y por esta vía los países subdesarrollados accedieron a tecnologías avanzadas operándose de esta forma una activa transferencia tecnológica Norte, para la explotación del capital natural del Sur. “La expansión de la actividad comercial con países con amplios stocks de conocimiento permitió por esta vía al crecimiento en países en vías de desarrollo”. (Investigaciones de Coe y Helpman 1995).
El capital natural se define como las disponibilidades de recursos naturales o activos ambientales, tales como océanos, bosques o tierra cultivable, que produce un flujo de bienes susceptibles de ser utilizados ahora y en el futuro.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU), en la reunión de Río de Janeiro (Cumbre del Mundo 1992). Propone operar el desarrollo sostenible como “la satisfacción de las necesidades de la generación presente para satisfacer sus propias necesidades sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras”, estableciendo la responsabilidad intrageneracional e intergeneracional, para mantener la potencialidad del capital natural de los recursos naturales.
La sostenibilidad reconoce al capital natural y el capital construido (tecnología). Admitiendo la posibilidad de intercambio entre ambos tipos de capital, obliga a “definir la riqueza reconociendo cierta capacidad sustitutiva entre bienes manufacturados y precauciones medioambientales”. Esta definición implica que en una sociedad que se desarrolla se debe alcanzar simultáneamente objetivos económicos y ambientales, tanto para el presente como para futuras generaciones.
Los métodos técnicos de la transferencia tecnológica de los países industrializados del Norte para la obtención de productos primarios de los países del Sur no han sido compatibles con el desarrollo sostenible.
Las indicadas técnicas han tenido como objetivo lograr la mayor productividad al menor costo posible, sin reconocer los precios reales de nuestro capital natural: suelos, agua, mano de obra, ni preocuparse por los graves problemas de contaminación y degradación ambiental.
Estas investigaciones para la obtención de los paquetes tecnológicos son costosas y una vez obtenidos los resultados son industrializados por intermedio de empresas transnacionales nuestros técnicos los aplican al pie de letra, sin establecer los posibles impactos ambientales negativos. En cultivos como el arroz, se calcula que en los costos directos la mano de obra significa el 36% y los insumos y maquinaria, 64% (paquete tecnológico). Esta es la tarea a resolver por la Academia. Al pie de la letra. (O)