La tarde de este viernes quedó listo el escenario del Festival Internacional de Música Independiente Quitofest, que este año se realiza por primera vez fuera de la capital, en el estadio Alejandro Serrano Aguilar, de Cuenca, este 15 y 16 de noviembre, a partir de las 11:00.

Más de un centenar de personas trabajó en el montaje de la tarima durante los tres últimos días. El escenario tiene una dimensión de 18 metros de ancho por 16 de largo. Como en años anteriores, habrá todo el equipo necesario para un ‘gran show’: pantallas LED, juegos de luces y un sonido profesional que hará retumbar las paredes del estadio.

Hacer este año el festival en otra localidad de Ecuador, le significó una evolución trascendental a la Fundación Música Jóven, gestora cultural de esta cita de ya doce años de trayectoria. Jalal Dubois, uno de los organizadores, conversó con Diario El Telégrafo y explicó que aunque represente una amplificación de escenarios –pues aún no se descarta que la cita también se haga en la capital- han debido, como productores, prácticamente “empezar de cero”.

“Se trata de una nueva localidad. En Quito ya nos conocían, pero sí es como medio complicado explicarle a la gente qué es música independiente”, sostiene el también presentador de televisión.

Para Jalal, el prejuicio que se le tiene al rockero es tenaz. Asegura que aún hay gente que al escuchar ‘concierto de rock’ lo relaciona con peligro. Y considera que es necesario que se entienda que es un show familiar. De hecho, no hay solo rock en el QuitoFest, se puede también disfrutar de otros géneros marcados por la fusión con ritmos como el ska, el reggae e incluso la salsa.

El festival busca la universalización de su audiencia, y es por esto que en los dos días de música gratis en vivo, alrededor de 70 efectivos controlarán que se cumpla la prohibición del consumo de alcohol y cigarrillos, las ventas ambulantes y el ingreso de armas, objetos cortopunzantes y cualquier cosa que pueda atentar contra la seguridad y salud de los asistentes.

Además de seguridad privada, habrá personal de la Policía, Bomberos, Cruz Roja, entre otros, que respaldarán a las más de 10.000 personas que se esperan por cada día de la cita.La idea es que todo el público se concentre en la cancha, pero también estarán habilitadas las gradas del estadio.

En distintas áreas del auditorio deportivo se realizarán paralelamente actividades comerciales, que van desde venta de comida hasta carpas de artesanías y material musical de bandas independientes. Adicional a eso, se destinará un espacio para que los auspiciantes expongan sus productos.

Este año, el QuitoFest, que se mantiene vigente gracias al aporte de la empresa privada y pública, invirtió más de 300.000 dólares en su ejecución, según cifras de Dubois.