La Agencia Metropolitana de Control (AMC) realizará un proceso de intervención en las quebradas del Distrito Metropolitano de Quito (DMQ) con el objetivo de prevenir y mitigar cualquier tipo de riesgos. Con este trabajo se espera que estas zonas se conviertan en espacios de esparcimiento, pero, sobre todo, evitar que se susciten desastres.

Por ello, y como uno de las primeras acciones estará reubicar a quienes hayan construido en las quebradas, así lo aseguró Lira Villalva, Supervisora de la AMC, a El Telégrafo, y recordó que estas son “fuente vital de garantía por el tema de riesgos y desastres y son determinadas como patrimonio”. Es decir, que por consideraciones medioambientales, históricas y culturales merecen un trato especial por parte de la AMC, resaltó Villalva a este medio.

Para su efecto, comenta la funcionaria, se realizan controles de escombros, sobre todo cuando se generan botaderos a los alrededores de las quebradas y quienes lo hagan podrán ser sancionados hasta con el 50% de una remuneración básica unificada (USD 225). Otra de las sanciones que aplica la entidad es cuando se realiza quema de desperdicios y tendrían la misma multa económica.

Adicional, Villalva comentó que cuando se denuncia o detecta que ciudadanos arrojan basura o residuos  en las quebradas se podrá sancionar con dos remuneraciones básicas unificadas (USD 900). Y en caso de rellenar una quebrada para realizar actividades agrícolas o de construcción de casas o negocios, las multas son mayores. Son una infracción muy grave que se paga con una sanción de 100 salarios básicos unificados, es decir, USD 45.000.

“Hay que considerar que si se tienen multas altas es porque se tiene un nivel de protección de especial trascendencia”, resaltó Lira Villalva y aseguró que, en lo que va del 2023, ya se han realizado 158 inspecciones. Solo en multas, en lo que lleva la administración del alcalde Pabel Muñoz, el monto asciende los USD 270.000.

Para facilitar el trabajo de control y monitoreo, desde la AMC, se realizan sobrevuelos por las alrededor de 1.800 quebradas de la capital. Además, comenta Villalva, se controla que las construcciones no rebasen los límites establecidos en sus permisos. Este trabajo se intensifica en época de lluvias.

Pero, ¿qué pasa con quienes viven en las quebradas?

Como primer paso, indicó la funcionaria, que se hacen notificaciones a quienes hayan construido viviendas en las quebradas. Posterior a esta notificación, se hacen los desalojos y se traslada a estas personas a lugares seguros.

Para denunciar cualquier irregularidad en las quebradas de Quito lo pueden hacer a través de los canales oficiales de la Agencia Metropolitana de Control y el ECU 911.