Un niño de tres años, originario en la ciudad de Harvey Lake, en Pensilvania, fue diagnosticado con una rara enfermedad luego de ser picado por una garrapata mientras nadaba en la piscina de un vecino.

El niño regresó a su casa, luego de pasar unas horas en la piscina, y su madre se percató que tenía una pequeña lesión en su espalda. Cuando lo revisó constató que se trataba de una garrapata y la retiró sin problemas con una pinza.

Días después de eso, el niño empezó a presentar síntomas extraños para su edad y el más alarmante fue el dolor de cabeza. Esto hizo que decidan llevarlo a un hospital en donde le diagnosticaron meningoencefalitis, infección que daña tanto el cerebro como los tejidos que lo rodean.

Esta enfermedad es calificada como “rara” porque, según los Centros de Control de Enfermadas de Estados Unidos, se han registrado 178 casos en los últimos diez años.

Luego de 12 días ene l hospital, los padres del pequeño decidieron solicitar el alta y ahora reportan la persistencia de algunos síntomas en el menor como debilidad en el lazo izquierdo de su cuerpo.