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La fundación de Quito

La fundación de Quito
Foto: John Guevara / EL TELÉGRAFO
06 de diciembre de 2020 - 09:20 - Kléver Antonio Bravo

Al recordar los 486 años de fundación de nuestra ciudad capital, San Francisco de Quito, parte de una estancada celebración será rememorar los detalles históricos de aquella fundación. Empecemos por reconocer que el domingo 6 de diciembre de 1534 fue el día en que Sebastián de Benalcázar hacía su arribo a la ciudad quitu-inca, ciudad que fue destruida por Rumiñahui y restaurada desde el 4 de octubre por Juan de Ampudia. Pues aquel domingo 6 de diciembre, Benalcázar ordenó al escribano Gonzalo Díaz de Pineda convocar a las autoridades nombradas en el acta del 28 de agosto de ese año, a fin de que inicien con el nuevo asentamiento del Cabildo y sus vecinos.

 ¿Y cuál es la trascendencia del acta del 28 de agosto de 1534? Si regresamos unos 13 días antes de esta fecha; es decir, sábado 15 de agosto, día de la Asunción de la Virgen, allí se fundó la ciudad de Santiago de Quito, junto a la laguna de Colta, actual provincia de Chimborazo. Estuvo a cargo el mariscal Diego de Almagro, quien nombró a Diego de Tapia y Gonzalo Farfán como alcaldes, teniendo como testigos a Sebastián de Benalcázar y Blas de Atienza. Acto seguido, el escribano Gonzalo Díaz suscribió el acta en nombre de Almagro, español que no sabía leer ni escribir, por lo que dicho documento fue firmado por Atienza. Esta primera fundación fue removida al 28 de agosto como segunda fundación, a razón de evitar graves enfrentamientos entre las tropas de los conquistadores Pedro de Alvarado y Diego de Almagro, respectivamente.

Aquel viernes 28 de agosto de 1534 se celebró la fundación de la villa de San Francisco de Quito, un hecho tan relevante en nuestra historia y que fue encabezado por los castellanos Alvarado, Almagro y un número cercano de 800 hombres. El acta de ese día manifiesta que el asiento de la nueva villa se ubicará a 30 leguas de Santiago de Quito, donde se ubicaba la ciudad aborigen quitu-inca; además, el acta dice –también- que fueron elegidos alcaldes ordinarios Juan de Ampudia y Diego de Tapia; y en calidad de regidores fueron nombrados: Pedro de Puelles, Juan de Padilla, Rodrigo Núñez, Pedro Dañasco, Alonso Hernández, Diego Martín de Utrera, Juan de Espinoza y Melchor de Baldes.

Una vez oficializada la fundación, Almagro y Alvarado marcharon hacia el sur, dejando a Benalcázar como teniente de gobernador de la nueva villa, quien ordenó a Juan de Ampudia que se adelante a Quito con un buen número de españoles e indígenas, con la misión de restaurar la ciudad aborigen que fue incendiada por Rumiñahui. Efectivamente, Ampudia llegó a Quito el 4 de octubre, día de San Francisco de Asís, y con miles de indígenas, dirigió el trabajo de restauración con la madera de los bosques de Machachi, Uyumbicho y Tambillo y las sogas con fibra de la cabuya; así, logró recuperar la forma de la antigua ciudad. Incluso se apoderó de los terrenos ubicados a la derecha de la quebrada de El Tejar.  

El 8 de septiembre, y sin esperar noticias de Ampudia, Benalcázar salió de Santiago de Quito rumbo a la villa reconstruida. El 4 de diciembre llegó a las llanuras de Turubamba y el día domingo 6 de diciembre, hizo su arribo solemne a Quito con 200 españoles, por la hondonada entre el Pichincha y el Panecillo. Inmediatamente dispuso al escribano Díaz de Pineda convocar a las autoridades para el ejercicio de sus funciones y proceder con la distribución de solares de media manzana para cada conquistador, teniendo como vértice urbano el ejido para uso comunitario. De los 204 vecinos registrados, anotamos un pequeño número: Alonso de Angulo, Rodrigo de Chávez, Diego de Sandoval, Pedro Dorado, Rodrigo de Torquemada, Alonso García de Guevara, Pedro Martín Montanero, Rodrigo Alonso, Juan del Salto.                  

 El trazado de la villa -al estilo damero-, se hizo efectivo el 20 de diciembre de 1534. El 14 de marzo de 1541 paso de “villa” a “ciudad”. Y, por Cédula Real del 14 de febrero de 1556, Quito fue reconocida con el título de “Muy noble y muy leal”. De allí que Quito celebra su fundación el 6 de diciembre, por ser el primer día del asentamiento del cabildo y primer día de un largo período colonial.

 Con esta breve historia que resume los 486 años de fundación, celebremos estas fiestas con un grito virtual: ¡Viva Quito!

 

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