Ecuatoriano vive en Israel el conflicto con Palestina
“La tierra prometida por Dios”, de esta frase parte desde hace miles de años la mecha que encendió la problemática que ha inundado en los últimos días las redes sociales con imágenes, videos y testimonios de lo que sucede en los territorios Israelí y Gazatí.
Han pasado siete años desde el último conflicto en estas tierras, después de varios años de relativa calma, la antigua Jerusalén fue una vez más la sede de conflictos entre israelíes y palestinos. En esta ocasión el conflicto empezó por los planes de desalojo de familias palestinas por parte del ejército israelí.
En Israel vive el pueblo judío, pero además es el hogar de árabes musulmanes, cristianos, rusos, samaritanos y otros migrantes de diferentes partes del mundo, entre ellos un ecuatoriano.
En pocos lugares del mundo se siente una amenaza constante como en este, parece como si el tiempo se hubiera detenido hace miles de años, pero con una diferencia significativa, la tecnología y el armamento militar para seguir manteniendo una pelea sin fin.
Este es el hogar hace seis años de David Lozada, Quiteño de nacimiento, que en este preciso momento está enfrentando, como propio, este conflicto ancestral.
El 11 de mayo el cielo de Israel se iluminó, pero la luz no venía de las estrellas. Cientos de misiles explotaban en el cielo azul marino de la ciudad Tel Aviv, en el centro de Israel.
Desde este día David, como el resto de los habitantes, escucha alarmas treinta segundos antes de que haya un ataque con misiles hacia el territorio. Israel tras tantos años de conflicto se ha blindado de las amenazas con un escudo, que literalmente, impide que pasen la mayoría de cohetes a suelo Israelí.
Solo un par de explosivos han logrado atravesar este escudo dejando hasta el momento diez muertos y al menos 200 heridos en este bando del conflicto.
Todos los días David deja Hadera, la ciudad en la que reside, para dirigirse a su trabajo ubicado en los alrededores de Tel Aviv, el escenario es aterrador comenta. Cada vez que suena la alarma y va en su auto el protocolo le obliga a estacionarse a la derecha de la calle, salir y acostarse sobre el suelo con las manos en los oídos y su boca abierta. Me dijo, ¿Sabes por qué debemos tener la boca abierta? El sonido del impacto de los cohetes contra tierra es inexplicable, tan fuerte que todo tiembla a tu alrededor y dentro de ti. Si no abres la boca el sonido que entra a tu cuerpo no tiene por donde salir y te explotarían los tímpanos.
Los ataques de Israel a Gaza, no se filtran por un escudo, han dejado hasta la fecha 181 palestinos muertos y 1.200 heridos.
Watch this how Israel destroying our city gaza #GazaUnderAttack #gaza pic.twitter.com/zXdbL1LoAq
— Palestine qadi (@ALQadiPAL) May 19, 2021
Este es otro escenario que inunda las redes sociales bajo el numeral #GazaUnderAttack, (Gaza bajo ataque), refiriéndose a la ofensiva aérea de Israel contra este territorio.
La mayoría de las víctimas mortales se han registrado en territorio Gazatí. Esto quiere decir, que el sonido que escucha David también es escuchado en Gaza, pero son pocos los que alcanzan a escucharlo y a sobrevivir a el.
MASACRE EN GAZA: Un niño Palestino palestino despide a su padre y hermano quienes fueron asesinados por bombardeo israelí en la Franja de Gaza. pic.twitter.com/k7ieGqDzn3
— Palestina Hoy ?? (@HoyPalestina) May 11, 2021
En esta historia David detalla como personas de la tercera edad no pueden acceder a los refugios ubicados en los subsuelos de cada edificio, en tan solo treinta segundos después de activada la alarma de ataque; y como los padres se esfuerzan porque sus hijos permanezcan ajenos de la situación real que viven cada segundo.
“Podría morir en este preciso momento, mientras estamos en video llamada, nadie sabe en dónde van a caer las bombas”.
