En 2010, China anunció su intención de intensificar su presencia en América Latina. Ecuador ya es socio estratégico de China en la región y ahí se ubica la visita del primer presidente chino en pisar suelo ecuatoriano. En diálogo exclusivo con EL TELÉGRAFO, José María Borja, embajador de Ecuador en China, pasa revista a las relaciones bilaterales.¿En qué punto están las relaciones Ecuador-China Popular, previamente a la visita de un jefe de Estado de ese país asiático? Resaltemos el valor histórico de esta visita. Por primera vez un presidente de China Popular realiza una visita de Estado al país. Xi Jinping es presidente de la segunda potencia económica mundial, como tal goza de un gran prestigio y es un actor central de la geopolítica internacional. Pues bien, este alto personaje llega de visita a nuestro país. Este hecho, sin embargo, no  ha sido muy remarcado en la agenda de los medios de Ecuador. ¿A qué se debe el ‘perfil bajo’ que ha dado la prensa ecuatoriana a la visita de Xi Jinping a Ecuador? No lo sé exactamente, pero me imagino que si se tratase de una visita del presidente de EE.UU. al país es casi seguro que habría un gran revuelo nacional. En fin, a pesar de ello, creo que la visita del presidente de la República Popular China al país es algo equivalente a la de un presidente de EE.UU. Agendas mediáticas aparte, ¿qué implica la visita de Xi Jinping? Sella una relación tan profunda de nuestros países. Aunque en el país se cuestiona con frecuencia -sobre todo por parte de algunos sectores de oposición política o de quienes carecen de información- el proceso de profundización de las relaciones económicas con China... ¿Cómo explica esas críticas? Empecemos por contextualizar esta relación tan profunda. Partamos de un hecho internacional evidente: la crisis económica mundial de 2008. En Europa, la crisis fue de tal nivel que casi quebró la economía de Grecia y obligó a la UE a dar ayudas gigantescas a esa y otras economías debilitadas, como la española, la italiana, etc. Ahí el desempleo llegó a niveles impresionantes. En ese contexto, EE.UU. también tuvo una crisis grave, con el estallido de su burbuja inmobiliaria, lo que llevó a la quiebra a grandes instituciones financieras. En ese contexto, ni la UE ni EE.UU. -vale decir, ninguno de los grandes países capitalistas desarrollados- estuvieron en condiciones de ocuparse del desarrollo de otras latitudes del mundo, menos de países como Ecuador, que en ese momento necesitaban recursos, tecnología, mercados, etc., para avanzar en sus proyectos de desarrollo. ¿Qué pasó con China Popular en medio de esa crisis? Esa crisis no tuvo repercusión grave en China Popular ni en América Latina. Eso no quiere decir que no hayamos sentido los efectos, sobre todo porque los países europeos y EE.UU. dejaron de comprar muchos productos que les vendemos. Pero desde el lado ecuatoriano estaba un gobierno que había asumido en enero de 2007, con un plan de desarrollo y metas claras para los años venideros. Pero eso no pasaba solo en Ecuador, también otros países de la región estaban imbuidos de ese ímpetu de desarrollo. En ese contexto, nuestro país requería financiamiento, capitales, mercado, tecnología. Y ahí estuvo China Popular. ¿Quiere decir que el acercamiento de Ecuador hacia China no fue una opción estrictamente ideológica, sino pragmática, de intereses concretos: China Popular tuvo lo que Ecuador necesitaba? Sí, ese acercamiento no fue solo ideológico. Las condiciones que ya anoté nos condujeron a nuevos escenarios. Y China Popular fue el único país que mostró en ese momento la apertura y los medios necesarios para darnos una mano. Agréguese que el gobierno del presidente Correa abogó desde el inicio de su mandato por un gran concepto estratégico: vivimos un mundo multipolar y las amistades del país son múltiples, hoy no se restringen a los tradicionales aliados del pasado. Este detalle se debe tener presente a la hora de analizar las relaciones diplomáticas de Ecuador y China Popular; son relaciones que llevan 36 años, las cuales se profundizaron más durante la administración del presidente Rafael Correa. Al haber mucha crítica y sospecha, por favor, detalle las coordenadas principales del financiamiento de proyectos de infraestructura con capitales chinos... Hasta hace pocos años, en Ecuador estuvimos acostumbrados a tener un país con poca energía eléctrica, escasez de agua potable, deficientes carreteras y servicios públicos deplorables. Muchos jóvenes no lo saben porque no lo vivieron, pero deben saber que ese era el país que teníamos: empobrecido, humillado, sin infraestructura productiva. Era el país en el que muchos -millones- sufrían y muy pocos lucraban. Para cambiar ese inaceptable estado de cosas fue necesaria la llegada de capitales. En general, el esquema de contratos para financiar la obra pública con aporte de capital chino estipula que el 15% lo pone la parte ecuatoriana, mientras que el 85% proviene de las entidades de financiamiento chino. Este es el esquema general. Ahora bien, cada caso, por su particularidad, por los montos, por los plazos, etc., exige una serie de detalles que se cuidan y se cumplen siempre, preservando  los intereses nacionales. A propósito, ¿son o no costosos para Ecuador los créditos chinos? En específico, esa pregunta la pueden contestar las autoridades económicas. Lo que yo puedo decir como embajador acá (Beijing) es que China ha sido un socio leal y muy importante en momentos que Ecuador más lo necesitó.   ¿Cuál es el estado de situación sobre la Refinería del Pacífico? Le llevó bastante tiempo a Ecuador concebir este proyecto. La fase de diseño ya concluyó; estuvo a cargo de un consorcio chino-coreano. Luego viene un proceso complejo: una vez que se tiene el diseño hay que buscar quién lo construya. Estamos justamente en esa etapa... ¿Qué pasará cuando concluya la búsqueda del constructor? Solo entonces se adjudicará la construcción de la obra, entre aquellas empresas que estén interesadas. Y cuando esa fase termine se buscará resolver lo relacionado con el financiamiento. Obviamente, el país, paralelamente, estableció ya conversaciones para adelantar el tema financiamiento. ¿Con quién adelantó ese tipo de conversaciones? Estamos en conversaciones con el Gobierno chino, pero todavía hay muchos detalles técnicos que deben ser superados. Eso se  discute precisamente ahora. ¿Este tema será abordado por los presidentes Rafael Correa y Xi Jinping en su reunión en Quito? Sí, este tema estará en la agenda de los dos presidentes. Y estoy seguro de que el Gobierno Nacional tendrá en los próximos meses importantes noticias para darle al país. ¿No se prevé un anuncio concreto en la visita del presidente chino? El Gobierno chino ha expresado que tiene la mayor apertura para contribuir y apoyar decididamente a Ecuador en la Refinería del Pacífico. La República Popular China cree en este proyecto. (I)