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¡Rayos!
El rayo es una descarga eléctrica que se produce porque en la atmósfera, las nubes o el suelo hay una diferencia en las cargas eléctricas: unas positivas que van para arriba y otras negativas que bajan.
Cuando las nubes son muy altas, su parte superior tiene carga positiva igual que la superficie terrestre, mientras que la base de la nube posee carga negativa.
Nuestros ojos solo ven una línea brillante que desciende y un destello luminoso que es seguido por un estruendo. Pero cuando se filma el rayo y las imágenes se pasan en cámara lenta, se puede ver que en realidad el proceso comienza con pequeñas descargas en forma de rama. Son producidas por una avalancha de electrones (que tienen carga eléctrica negativa) y que abren camino, haciendo un conducto en el aire. Cuando alguna baja hasta los 100 metros de altura su influencia es tan grande que atrae a las partículas positivas del suelo.
En ese momento se abre otro canal ascendente que desde el suelo va a su encuentro para unirse con el que baja. Es entonces cuando vemos la luz, que es el relámpago y luego escuchamos la explosión que es el trueno. Al desplazarse, el rayo no sigue un patrón establecido sino que avanza por donde encuentra menor resistencia. En promedio, un rayo mide un kilómetro y medio de largo, pero se han registrado longitudes hasta de 190 kilómetros.