In a real dark night of the soul it is always three o' clock in the morning, day after day Francis Scott Fitzgerald   Cuando empecé a leer estos poemas intenté un orden en la lectura y entendí un poco tarde que lo que busca el escritor es desordenar una realidad con la cual se siente inconforme. Luego entendí que ciertas cosas imposibles se hacen soportables a través de la rutina, en este caso, esta poesía desquiciada, busca hacer de la enajenación un hábito, pero la imagen es tan real que propicia otros encuentros. El vértigo y la contingencia de quien se lanza al vacío es también un manifiesto de libertad. Sea contenido en un grito o en un impulso hacia la propia nada, la cual sujeta en sus vísceras el ansia del vuelo y la remota ilusión de sobrevivir y dejar testimonio del paisaje divisado. La «no-presencia», hace presencia en estos poemas de Wingston González, que son una suerte de crónica psicópata de la realidad del poeta. El mundo de afuera es desadaptado por la forma de los versos, y esto carga al poema de simbolismo; no sé si es a propósito el uso —no sé cómo más decirlo—, indiscriminado de la puntuación, la ausencia de títulos, las minúsculas sostenidas, la fractura de la forma en que se escribe la poesía, pero estos textos con toda su carga de desprecio, de iconoclasta escepticismo, recuerdan mucho a los escritores norteamericanos de la generación beat, pues evocan todos los horrores, los errores y la poca belleza que sobrevive en los intersticios del tiempo que nos cupo en suerte vivir. Hace muchos años tuve la oportunidad de leer a un colectivo centroamericano que se autodenominaba Folio 114, y del cual allegué unos opúsculos masivos, que denotaban la insistencia del grupo en el propósito por generar una manera distinta de hacer poesía. Yo no sé si Wingston pertenece o no a Folio, pero sé que su poesía se emparenta con aquella, en esa visión de aceptar el caos y retratarlo de una manera propositiva, al menos para la literatura. Extiendo, pues, la invitación a estas radiografías que hace el autor, con las cuales intentan explicarse las cosas que parecen no tener mucho sentido, pero que son a fin de cuentas las que nos componen. Larry Mejía   3 de mayo, no salí de Munich, ni llegué a Viena a la mañana siguiente con voz entrecortada ni temprano, ni tarde, ni nunca ahí donde había flores, aún hay flores, ¿sabés? {maldición, sortilegio, ronda, muerte, espanto} nadie ataja la ternura del alba en un avión al Bucureşti de las cosas sin guardianes, las sin fuego de los hilos volantes, la infinita banda sonora del mundo sin agua, desnudo, infértil   ¿qué es del mundo sin agua, desnudo e infértil?   caballos abajo chillantes, caballos trepadores, flexibles mi imagen sangra; jamás mía la batalla, jamás el lipstick, la ventanilla, lo desconocido, intermitente fatalidad no ovaciona, no comulga en la figura de las víctimas huellas fulgurantes sin bordes, espacios ceñidos, puentes espléndidos brazos despojados de tacto, ritmo: Europa mueve el universo interior del yermo y ahí y ahí está mi sangre, ahí flores negras, ahí yo doppelgänger de un mundo radioactivo *** nunca ser honestos . la imaginación nos necesita . en yate a isla saadiyat después de media noche vemos la orilla st . regis resort un puente árabe construido con material mexicano un informe meteorológico pronostica horca y sol pero aún nada es lo que se refleja la no-presencia nunca ser honestos . desierto dentro del desierto fotografía dentro de un video la alta definición del mar : dicta al oído su imagen como se dictan las vidas apenas cruzando mirada entre sí heráclito y nezahualcóyotl . nunca ser honestos . 400 muchachos unos cuántos pájaros sus voces y estos cuerpos : recuerdos de ambos y otros disolución de su figura continuada en la oscuridad del parpadeo colectivo . nunca nunca ser del todo honestos menos con la biología la historia la cultura cómo desembarcamos aquí costas del golfo pérsico tan real como consultar en un mapa nuestra suerte de carrera sobre el borde de khor faridah ebrios y heridos herméticos como el paisaje que nos rodea : no lo sabremos no sabremos el tono de nuestra propia biografía pero importa el polvo la luz amarilla como la atmósfera de un mundo de límites claros espesos y distancia . ¿acaso veremos iram? otro espejo en un mapa en manos extranjeras nadie nota el televisor ni que en este barco hay solo una mujer . cómo nos hicimos de todo este océano dueños de nuestras vida : quién sabe quién . a veces es de noche . ishmael calza un bikini en felicity plantation . qué desperdicio de sol . las ciudades de hoy los sueños de más tarde *** de niña solía ver caballos en llamas gentes en llamas y he aquí recuerdo nieve y creer nieve esta casa ahora de ánimas y presencias mundo que se fue y no había tierra ni monte : acaso memoria y estrella   en el reloj en la epifanía siempre es media noche la playa espera y recuerdo a hèléne a mitad del patio nombrándose hueso sobre músculo . se decía leprosa delirio combustible pueblo en la carne día de guardar su amor de polvo y leche agobiante rutina   comprendo que todo esté perdido : los edificios las cabras . solíamos ver caballos en llamas y tenían sentido las cosas cuando abrías brazos y delimitabas la tragedia en su exacta proporción.