Según el gerente de la empresa municipal, el consorcio constructor se negó a redefinir los costos de la Fase II.

Los responsables de elaborar los monigotes no están conformes con la falta de apoyo de las autoridades.

El presupuesto referencial establecido por los estudios previos determinaba $ 182,8 millones como costos indirectos, pero este rubro equivaldría actualmente a unos $ 432 millones.

Las unidades no se acoplan a las paradas del sistema público de transporte. Las mismas dificultades se registraron anteriormente en el corredor del Trolebús.

Ciudadanos y activistas del sector consideran que la compensación que reciben los choferes a cambio de mantener las tarifas y mejorar la calidad de su trabajo es un desperdicio.