A pesar del avance de la industria de alimentos procesados, comestibles como la quinua, el maíz y la papa conservan su espacio en la mesa de los habitantes de la zona austral de Ecuador.

Dos mujeres con vínculos fuertes por el grano comentan prácticas ancestrales de su cultivo y cosecha; su entorno y preparación.

Limón, mandarina y lima son recolectados por los comuneros en predios cercanos al afluente homónimo y luego comercializados en Baños y Ambato.

Roberto Ordóñez reúne en un libro, que presentará a mediados de mayo, la historia ancestral del grano, desde su cosecha y elaboración por parte de la cultura Mayo Chinchipe, hace más de 5.000 años, hasta su llegada a México.

Para obtener la harina con la que se prepara la bebida fermentada, se empieza con la selección del maíz en la época de las cosechas. Los granos deben pasar por un proceso de germinado, secado y molido.

El Ministerio de Agricultura estima que este año se sembraron 2,29% de extensión de terreno menos que en 2017, pero el aumento de la producción compensa. El precio que se maneja en el sector es de $ 13,50 por quintal.

Fundación Mango indicó que en la campaña 2017 el país exportó 13’685.119 cajas con la fruta, 1% más que en 2016. En agosto, Guayaquil acogerá el VII Congreso Internacional del sector.