Investigadores reconstruyen el rostro de tres personas que vivían en la edad media.

Gracias a esta máquina los emprendedores de Tachapir lograron imprimir un corazón anatómicamente exacto que sirve como material de estudio para los alumnos de medicina.

Este joven emberá, de 19 años, perdió sus dos manos debido a una mina antipersonal en el departamento de Chocó, pero la Corporación Suyay le devolvió la ilusión.

La semana del emprendimiento fue clausurada en Guayaquil con la presencia de autoridades, empresarios y los protagonistas de los proyectos.

Las personas que estén afectadas por esta patología en el rostro, cuello o boca tienen la oportunidad de mejorar su apariencia con la técnica de 3D.