Publicidad
Una gestión marcada por la represión
Antonio Ledezma desarrolló gran parte de su carrera política con Acción Democrática (AD), uno de los partidos que fomentó el bipartidismo en la IV República. En particular, tuvo estrechos vínculos con Carlos Andrés Pérez, cuyo segundo mandato presidencial (1989-1993) estuvo signado por el Caracazo, explosión social contra políticas neoliberales.
Con el apoyo de AD, Ledezma fue diputado ante el extinto Congreso Nacional y fue electo gobernador del Distrito Federal (hoy Distrito Capital) en 1992. Dicha gestión se caracterizó por el uso de medidas represivas contra sectores vulnerables como estudiantes, adultos mayores, desempleados, trabajadores informales y niños en condición de calle.
Durante su desempeño como gobernador fueron asesinados en los espacios de la Universidad Central de Venezuela (UCV) jóvenes como Belinda Álvarez, presidenta del Centro de Estudiantes de Trabajo Social, así como la periodista Verónica Tessari, reportera de un canal de televisión internacional, producto de los excesos de la Policía Metropolitana, a cargo de Ledezma en aquel entonces. A su vez usó recursos legales, como la llamada Ley de Vagos y Maleantes, que castigaba con cárcel y destierro a la penitenciaria El Dorado, ubicada en el sur de Venezuela.
Ledezma, quien prosiguió su vida política en Alianza Bravo Pueblo (ABP), también estuvo involucrado en el golpe de Estado de 2002, contra el gobierno del fallecido Hugo Chávez, y en el sabotaje petrolero que se gestó a fines de ese año.
En 2008, ganó la Alcaldía Metropolitana y resultó reelecto en 2013. También está vinculado directamente al plan para asesinar a Leopoldo López, publicó Telesur.