El presidente de Francia, François Hollande, calificó ayer de inaceptable el plan presentado esta semana por el consorcio automovilístico PSG Peugeot Citroen, que prevé el despido de 8.000 trabajadores y el cierre de una planta.

En una comparecencia en la televisión con motivo de celebrarse el sábado la Fiesta Nacional del país, el jefe de Estado manifestó que la supresión masiva de puestos de trabajo anunciada por la  firma es un choque brutal para los asalariados.

Hollande señaló que su gobierno no permanecerá indiferente ante la amenaza, que también golpea a los gobiernos locales de varias ciudades y mencionó tres iniciativas para enfrentar la situación.

La primera ya está adoptada  y consistió en nombrar a un experto para determinar la verdadera situación financiera del grupo empresarial, indicó el mandatario. (PL)