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Economías autónomas tiemblan
Con solo una semana de creación, el fondo de auxilio tiene su primer cliente. La semana pasada la comunidad autónoma de Valencia se convirtió en la primera en pedir auxilio para solucionar sus problemas de liquidez.
El gobierno valenciano no reveló la cuantía del salvataje, pero solicitó acogerse a este instrumento que ayuda a las autonomías a obtener el financiamiento que el mercado no está en capacidad de otorgarles.
El anuncio de Valencia provocó el viernes una jornada negra en los mercados españoles con la prima de riesgo en 610 puntos, un nivel más alto que se ha registrado, y una caída del Ibex 35 del 5,82 por ciento.
Murcia parece ser la próxima comunidad autónoma en integrarse al fondo de salvataje. El presidente de Región, Ramón Luis Valcárcel, indicó, en una entrevista para medios locales publicada ayer, que Murcia ha pensado seriamente en solicitar ayuda al Estado.
“Claro que sí, estamos deseando, esperemos que para septiembre esté disponible”, señaló Valcárcel al referirse a la ayuda que solicitarán al Estado. El funcionario explicó que las condiciones para beneficiarse del fondo serán “durísimas”. Pero no señaló el monto del crédito ni las condiciones a las que serán sujetos.
Luego de las declaraciones de Valcárcel, el ejecutivo murciano publicó un comunicado en el cual negó que la Comunidad vaya a pedir su adhesión al fondo de liquidez autonómico creado para ayudar a las autonomías a cubrir su déficit.
En el comunicado, el Ejecutivo señala que se estudia acudir al fondo de liquidez, pero aclara que todavía no se ha tomado la decisión.
En caso de oficializar su pedido de ayuda, Murcia no será la última comunidad en sumarse al fondo. Castilla-La Mancha, la región con un mayor déficit, anunció que accederá al fondo. Y a ese pedido se sumarán Cataluña y Madrid, que también expresaron su necesidad de recibir la inyección de capital del Estado, porque sus números rojos están por debajo del promedio.
La crisis pasó de los mercados y alcanzó a las economías de las comunidades autónomas. Entre julio y diciembre, las comunidades deberán afrontar vencimientos de deuda por 14.000 millones de dólares.
Además, el gasto autonómico superará los ingresos y esa diferencia debe cubrirse con deuda. En el mejor de los casos, el déficit se situará en 14.854 millones. Aunque todo apunta que será mucho más.