Ecuador / Lunes, 06 Octubre 2025

El 42% de los peruanos mantiene elevadas deudas con los centros de crédito

Los bancos emiten al día alrededor de 1.500 tarjetas de crédito. Cada usuario posee entre 3 y 5.

El uso de dinero plástico, como se conoce a la tarjeta de crédito, es aún minoritario en el Perú, donde apenas el 15% del total de las transacciones comerciales se realiza por este medio. Sin embargo, sus proyecciones para el futuro son amplias: anualmente, el uso de medios electrónicos de pago crece el doble que la economía del propio país, es decir, entre 10% y 12%.

Pero amplias también son las consecuencias que la expansión del crédito trae para millones de peruanos. En los últimos 6 años, las deudas por tarjetas han crecido más que el Producto Interno Bruto (PIB), llegando a ubicar al saldo promedio por tarjeta de crédito de cada persona en 42%, más alto que el 34% registrado como crecimiento del PIB.

Las opiniones que buscan explicar tal nivel de endeudamiento apuntan a un mayor optimismo entre los peruanos debido al crecimiento de la economía local. “La gente ha optado por endeudarse sabiendo que existe una economía en crecimiento. Eso, hasta cierto punto, es irreal, pues el incremento económico no justifica en nada las formas de endeudamiento acelerado que se han visto en sectores medios y bajos. Muchas veces, las personas, al no tener más tarjetas, consumen más con las que tienen, produciendo un nivel de sobreendeudamiento”, apuntó Carlos Sánchez,  catedrático de economía.

Apenas en el último año, el uso de tarjetas de crédito creció 23% en el vecino país, llegando a un total de 8’137.867 de unidades plásticas, de acuerdo a la Asociación de Bancos (Asbanc). Eso significa que diariamente los bancos emiten alrededor de 1.500 tarjetas de crédito a sus usuarios, mismos que, en promedio, poseen entre tres y cinco.

Los viajes, la gastronomía y la estética son las 3 principales categorías en las que los peruanos usan con frecuencia el dinero plástico. A ellas le siguen los gastos en bebidas, electrodomésticos y, al final, las inversiones en educación y salud.
Una reciente encuesta realizada por Kantar World Panel, reveló que al menos un 42% de la población nacional mantiene deudas pendientes con los centros de crédito, llegando a establecer que, de cada dos hogares, al menos en uno de ellos una persona destina cerca del 40% de su salario al pago de deuda crediticia.

Países como Brasil o Chile superan en más a las condiciones que presenta ahora Perú. Esto podría ponerse en entredicho en poco tiempo, pues ni siquiera este nivel de endeudamiento ha logrado activar alarmas de atención en los usuarios del crédito. No lo ha hecho tampoco en los bancos emisores de las tarjetas, instituciones que han puesto en marcha una serie de planes comunicacionales con miras a expandir el uso de las tarjetas dentro de todo el país.

Uno de los problemas que agudizan la morosidad entre los usuarios está representado por las elevadas tasas de interés con las que los bancos actúan sobre el capital prestado. “El pago de cuotas mínimas es una verdadera trampa, pues de la cuota que, supongamos, es 37 soles, el cliente solo pagaría 5 soles de capital y el resto de interés, haciendo que su deuda se extienda durante años, pues sobre el tiempo el interés vuelve a crecer”, explicó Sánchez.

En el artículo 87 del Código del Consumidor se indica que cuando se refiere a la imputación de pagos, estos no pueden conllevar un agravamiento desigual del monto adeudado, una norma que los bancos simplemente no cumplen.

Juan Carlos Ocampo, director del portal Mundonegocio, expresó que no solo este tipo de omisiones es usado por los bancos en su deseo de expandir la deuda. “Cada vez es mayor el número de casos en que se otorgan líneas de crédito más allá de la capacidad de pago de las personas, lo que hace que se desconozca totalmente una cultura financiera. Por ejemplo, la gente no sabe que retirar efectivo de una tarjeta de crédito significa pagar 3,2 veces más por ese retiro”, indicó.

En la actualidad, la tasa de financiamiento por consumo de la tarjeta de crédito es del 40%, y si se dispone de efectivo se sitúa en un 125%, factores con los que no parecen contar los nuevos usuarios del sistema financiero, entre los que en su mayoría son jóvenes menores de 24 años, quienes, en términos laborales, parecen no estar listos para adquirir altos niveles de endeudamiento.

Hasta marzo del presente año la deuda total de tarjetas de crédito al sistema financiero peruano sumaba 17.796 millones de soles (unos 6.500  millones de dólares) y presentaba una tasa de morosidad de 6,15%, un índice elevado para ser tomado en cuenta.

“El aumento de los morosos se entiende debido a la aparición de nuevos tarjetahabientes, gente de niveles medio y bajo, que debe adaptarse a este tipo de manejo monetario”, añadió Sánchez.

Pero en ese camino de adaptarse varios parecen ser los obstáculos legales frente a los que los consumidores deben defenderse. Cada año el Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (Indecopi) recibe más de mil denuncias contra el sistema bancario de Perú, acusado de generar publicidad engañosa, cobros indebidos y fraudes, en los que están presentes las tarjetas de crédito.

Esta realidad económica apunta a expandir su ejercicio de endeudamiento hacia otros espacios, dando la impresión de que el crecimiento económico asumido por el Estado como una realidad es capaz de sostener cualquier tipo de deuda.

Pero esto parece no ser todo real, pues una especie de carrusel de endeudamiento y sobreoferta de crédito parece estar conduciendo a millones de peruanos a la bancarrota total.