En la intersección de las calles García Moreno y 9 de Octubre, maquinaria del Municipio de Guayaquil retira las estructuras de la plaza Zen (más conocida como García Moreno) para, dentro de 60 días, dar paso al flujo de vehículos.

Los vendedores del sector tienen presente la evolución del espacio ubicado entre el antiguo consulado estadounidense y el hotel Oro Verde.

Marina Vera, quien administra una fuente de soda, tiene aproximadamente 20 años trabajando del lado de la av. 9 de Octubre.

Originalmente, la calle García Moreno tenía salida a dos carriles en sentido sur-norte. “No sé si siempre fue así, pero recuerdo que por aquí pasaban líneas de buses”, asegura Vera.

El primer cambio llegó a finales del siglo pasado cuando se colocó un parterre. Aquello no fue bien visto por los vendedores porque representó una baja en sus ventas debido a los congestionamientos que se formaban.

Fue en 2004 cuando el Cabildo, a través de la Fundación Malecón 2000, creó un parque al estilo oriental sobre un área de 1.700 metros cuadrados que comprende el tramo de la García Moreno, ubicado entre la 9 de Octubre y Hurtado.

La obra, que se construyó a un costo de $ 300.000 aproximadamente, nunca fue socializada, asegura Mario Álvarez, propietario de una tienda de abarrotes que está del lado de la calle Hurtado.

Inicialmente hubo desconfianza sobre el proyecto. “Se pensó que le estaban haciendo un favor a los gringos y no lo vimos tan conveniente”, admite Álvarez.

Sin embargo, las expectativas sobre los beneficios se incrementaron cuando se entregó la infraestructura donde el mayor atractivo era la cascada artificial de 40 metros de largo, que solo funcionó hasta que el consulado estadounidense estuvo ahí.

Pero los contrastes no demoraron en llegar. Si bien durante el día la mayor presencia de peatones reportaba beneficios económicos, durante la noche predominaba la inseguridad.

Miriam Delgado, quien por cuestiones laborales transita por el sitio, afirma que a partir de las 22:00 se podía observar prostitutas y consumidores de drogas. “No todo el tiempo fue así, pero sí empeoró cuando el consulado se fue a la Rodríguez Bonín”.

Más espacios peatonales
Los urbanistas consultados por EL TELÉGRAFO coinciden en que el Cabildo comete un error al ampliar las vías para los vehículos, restando espacio a los peatones.

Invertir en lugares para el transeúnte es lo que urbanísticamente se está desarrollando en ciudades de Asia y Europa, afirma David Hidalgo, miembro del colectivo Espacios Públicos Libres.

“Querer regresar, retroceder para darles paso a los autos es no tener idea de lo que hay que hacer en urbanismo”.

La arquitecta Daniela Hidalgo, con un doctorado en Planificación Urbana y Rural de la Universidad de Tsinghua, considera que priorizar soluciones para los automotores se traduce en más tráfico. “Mientras que peatonalizar determinadas zonas  potencia el comercio”.

En Guayaquil, sí hay ejemplos de vías peatonalizadas. Las calles Pichincha y Clemente Ballén, en la Plaza de la Administración y la Panamá -desde Loja hasta Roca- aumentó espacio para los peatones.

En el primer caso, predominan los locales de venta de comida donde hay amplia concurrencia, mientras que el segundo aún no despunta. (I)

Proyectos
Plaza de la administración
En diciembre de 2002, el Municipio de Guayaquil inauguró la Plaza de la Administración la cual privilegió el paso de peatones. Su diseño corresponde al arquitecto Douglas Dreher y el desarrollo del proyecto a Ángela Saa.

60 días tomará la demolición de parte de la plaza García Moreno y así abrir paso a un carril para autos.

Ampliación de vereda
La calle Panamá fue sometida a un ensanchamiento de vereda para la colocación de esculturas, en 2014.