En la ciudad existen sitios en donde se realizan estas obras
El arte urbano de los grafiti decora paredes
En Guayaquil es común ver ciertas paredes con varios garabatos hechos por adolescentes que pertenecen a alguna pandilla o banda. Garabatos con letras y signos que solo ellos reconocen. Pero también existen sitios en donde se logra apreciar verdaderas obras de arte donde, incluso, la gente se detiene y admira el esfuerzo plasmado sobre una pared. A eso se denomina grafiti.
El término proviene de la palabra griega graphein, que significa escribir, y se hizo popular gracias a Demetrius, un joven griego que trabajaba como mensajero y firmaba paquetes, documentos y paredes como Taki 183.
“El grafiti callejero asume a la ciudad como un medio de comunicación con un mensaje social contextualizado y efectos positivos o negativos dependiendo de lo enunciado”, asegura la socióloga Isabel Trinidad García.
A pesar de esto, los ciudadanos guayaquileños aún asumen estas representaciones como garabatos y lo asocian con las pandillas. “Es molesto que arbitrariamente tomen la pared de tu casa y se pongan a hacer garabatos o frases de amor”, menciona Diana Macías, moradora del barrio del Seguro.
El grafiti tuvo su incursión en el Ecuador a través de los movimientos de hip hop, rap y de las pandillas de los migrantes que se establecieron en Estados Unidos, como fue el caso de los Latin Kings.
“Tus dibujos muestran tu estado de ánimo, te pones a pensar una frase pegajosa, mientras dibujas una imagen que acompañe esa propuesta, ahí le pones color y finalizas con los detalles”, dice Bryan Suárez, quien hace grafitis desde los 15 años en varios sectores de la ciudad.
Los grafiteros piden mayor espacio para poder plasmar su arte y así evitar problemas con los moradores que no desean que les ‘rayen’ sus paredes. (I)
Murales artísticos y expresiones ‘ilegales’
El grafiti tiene dos vertientes: una ‘legal’, en la que se expone el arte a través del aerosol con gran profesionalismo y mucha técnica. Esta actividad es considerada una muestra artística porque plasma mensajes.
La otra es considerada ‘Ilegal’, por algunos sectores, porque le abre paso a una actividad que no tiene un objetivo específico. Está en todos lados y no tiene sentido: buses, carteles, las paredes de una casa son utilizados para pintar esos confusos mensajes. (I)