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El Rally Dakar penetra en el corazón de Bolivia
El tradicional Rally Dakar 2017 ingresó ayer a Bolivia, en una etapa de alta exigencia que lo llevará hasta La Paz, corazón político del país, con protestas de activistas por los severos racionamientos de agua potable como telón de fondo.
La cuarta etapa de la competición, a partir de la que comienza el tramo boliviano que durará seis días, “deportivamente será espectacular”, presagió Marc Coma, director deportivo del Dakar, en declaraciones a periodistas.
Luego de atravesar un clima tórrido por tierras guaraníes, los competidores correrán por dunas enclavadas en la altura cordillerana hasta llegar para repostar sábado y domingo en los 3.600 metros de altitud de La Paz, donde serán recibidos por el presidente Evo Morales, principal impulsor de este evento.
Aunque es poco probable que tengan contacto directo, también los recibirán la tarde del sábado en La Paz activistas que reclaman por el “derecho Constitucional” de tener acceso al agua potable.
Desde mediados de noviembre varias regiones del país, como las andinas de Potosí, Oruro y La Paz, por donde surcarán los competidores, sufren serios problemas de abastecimiento del agua, en la peor sequía de los últimos 25 años.
Para atajar esta polémica, atizada además por la oposición política a Morales, el Gobierno afirmó que “la provisión del agua del Dakar será autosostenible por parte de la organización, por parte de ASO” (Amaury Sport Organisation), según el ministro de Cultura, Marko Machicao.
De acuerdo con una profusa difusión oficial, la ASO ingresó al país con 36.000 litros de agua en seis cisternas, que serán donadas luego al país. Como parte del ‘caldo’ de conflicto político, la ministra del Agua, Alexandra Moreira, en el ojo de la tormenta por la escasez del producto vital, acusó a los opositores de pretender realizar un sabotaje a la competencia y los consideró “antipaceños”, por querer opacar la llegada de los deportistas a La Paz, capital y sede de los poderes Ejecutivo y Legislativo.
Bolivia vive su fiesta
La competencia, en su novena edición en Sudamérica, ingresó ayer por el poblado boliviano de Tupiza (Potosí), procedente de la localidad San Salvador de Jujuy (Argentina), y luego pasará por Oruro y La Paz, para dejar el país el martes en dirección sur, desde el Salar de Uyuni, nuevamente hacia Argentina.
Reportes de radio informaron ayer desde Tupiza, 787 km al sur de La Paz, que miles de personas están apostadas a lo largo de la ruta. “Es una verdadera fiesta y hay una cantidad increíble de personas y vehículos” que llegaron desde varios puntos del sur de Bolivia, reportó desde el lugar el corresponsal de Radio Panamericana.
Dos son los ídolos de la afición boliviana, el motorista Juan Carlos ‘Chavo’ Salvatierra y el piloto de cuatriciclos Wálter Nosiglia que, según las planillas de la competición y la clasificación general, no han cumplido aún su mejor campaña.
De los 15 bolivianos inscritos en el Dakar 2017, abandonaron dos, entre ellos Suany Martínez, la única boliviana participante en la categoría de cuatri. Sin embargo, el piloto de automovilismo Rodrigo Gutiérrez es la revelación boliviana en la competición. Según los organizadores, este es el Dakar “más duro” en su periplo sudamericano.
El pasado 2 de enero el ganador de moto del año pasado, el australiano Toby Price, abrió la carrera en Asunción del Paraguay, que recorrerá un total de 8.000 kilómetros hasta su meta en Buenos Aires.
En esta edición del Dakar compite un total de 318 vehículos (144 motos, 37 quads, 87 autos y 50 camiones) y 501 competidores.
Respecto de la etapa boliviana, el vigente campeón, el francés Stéphane Peterhansel, advirtió antes de partir que existe un poco de incertidumbre en cuanto a la altura. “No sabemos cómo vamos a reaccionar los pilotos o los copilotos, pero tampoco los asistentes o los mecánicos”.
Al Attiyah abandona la prueba
El dos veces campeón catarí Nasser Al Attiyah se vio forzado a abandonar el Rally Dakar este jueves, confirmó su equipo Toyota.
El corredor de 46 años, campeón en las ediciones de 2011 y 2015, no pudo partir ayer en la cuarta etapa después de haber perdido la rueda trasera derecha de su auto en el tramo especial del día previo.
Al Attiyah estuvo detenido más de una hora cuando se dañó la rueda de su vehículo. “El daño en su Toyota Hilux es demasiado amplio para ser reparado por su equipo”, indicaron los organizadores.
Al Attiyah figuraba entre los favoritos antes de la competencia y estaba segundo en la clasificación general antes de la etapa del miércoles. El catarí se quedó con la primera etapa, que se realizó en Atyrá, y también ganó la segunda. El tercer día de competencia fue letal para el príncipe que ahora debe esperar un año para intentar ganar su tercer Rally Dakar. “Hemos intentado pararnos varias veces para reparar el coche, pero nos faltaban piezas”, dijo Al Attiyah la mañana de ayer.
La cuarta jornada de la competencia automovilística extrema -que hasta el cierre de esta edición no finalizaba- contemplaba un trayecto de 521 km desde San Salvador de Jujuy en Argentina a Tupiza en Bolivia, con el piloto francés Sébastien Loeb liderando la prueba en la categoría autos. (I)
Sebastián Guayasamín sigue en carrera
Pasar a más de 2.000 metros sobre el nivel del mar supone un nuevo desafío para los tripulantes de la camioneta 349 del Rally Dakar 2017: el timonel ecuatoriano Sebastián Guayasamín y el copiloto argentino Mauro Lipez, quienes ayer transitaban con mucha dificultad entre San Salvador de Jujuy y la localidad boliviana de Tupiza, ubicada a 2.850 metros. Acostumbrado al ambiente de Quito, que tiene una altura similar, a Guayasamín este factor no le resultaba nuevo, pero no sabía si en los días posteriores sentiría una afectación. Lipez, en tanto, optó por una alimentación e hidratación especial para aumentar su resistencia. El miércoles, durante la tercera etapa, que enlazaba 780 kilómetros entre San Miguel de Tucumán y San Salvador de Jujuy, ante la irregularidad del suelo, los navegantes sufrieron para arribar a la meta. “Se puso a prueba la fuerza de la máquina, la concentración de los pilotos y la rapidez de la asistencia. Algunos abandonaron, este equipo continúa”, dijo Guayasamín, que terminó en el puesto 51. Ayer intentaba mejorar su ubicación. (I)