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El nuevo reto de Quinteros está en Israel
Mónica Quinteros se convertirá en la primera mujer ecuatoriana en participar en la primera división del fútbol femenino de Israel. La delantera fue cedida a préstamo por 4 meses para reforzar al FC Kiryat Gat de la ciudad homónima. Así lo informó Antonio Pozo, directivo del 7 de Febrero de Los Ríos, club al que pertenecen los derechos deportivos de la ariete.
La vinculación de la futbolista se dio por mediación de un empresario español, que luego de contactar a la deportista cerró la negociación con el 7 de Febrero. La institución fluminense no recibió ningún monto por la transacción, según Pozo, primero porque el balompié femenino en Ecuador es amateur y segundo porque el deseo era dar todas las facilidades a la exponente.
El anhelo de la ecuatoriana es alargar su contrato y aportar con su talento a la clasificación de su equipo a la Champions League Femenina. Por ahora vive su sueño de jugar en el exterior.
Pozo detalló que el arreglo económico se dio exclusivamente entre la deportista y el conjunto europeo, por lo que no conoce los términos de la suscripción. La atacante, quien en 2015 jugó en la serie A femenina con el 7 de Febrero y consiguió el ascenso a la serie A con el club ESPE de Pichincha, atraviesa por uno de los mejores capítulos de su vida deportiva.
El 2 de diciembre de 2014 Quinteros pasó a la historia del balompié ecuatoriano al marcar el tanto que le dio a la Tricolor su primera clasificación a un Mundial femenino absoluto, el de Canadá 2015. Con esa diana, conseguida en el estadio Hasely Crawford, de Puerto España, Ecuador superó 1-0 a Trinidad & Tobago y accedió al torneo.
El fútbol lo aprendió de mamá
Ausente de la Copa América que se disputó en Ecuador en septiembre de 2014, debido a que priorizó su trabajo como profesora de Cultura Física en la Unidad de Formación Artesanal Eugenio Espejo de Guayaquil, la artillera nunca perdió la fe de que volvería a vestir los colores de la selección.
Su ilusión de triunfar en el ‘rey de los deportes’ comenzó cuando tenía 6 años de edad, cuando acompañaba a su madre a los partidos de fútbol que esta jugaba. Cuatro años más tarde, en un partido en el que ambas participaron, reparó en su gusto por esta práctica.
A los 13 años, de la mano del entrenador Gary Estupiñán, se metió de lleno en el balompié. Según datos de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF), la arponera vistió por primera vez la camiseta de la selección en 2004, a los 16 años.
Dos temporadas después, debido a una serie de lesiones, entre ellas las fracturas de su brazo izquierdo y una de sus clavículas, pensó en retirarse.
También pesaba el hecho de que la labor de las jugadoras no era reconocida económicamente.
Mauricio García, entrenador de fútbol con 26 años de experiencia y amigo de Mónica, reveló que la atacante por fin cumple la vieja aspiración de prestar sus servicios en el exterior y “vivir del fútbol”, es decir, recibir una paga por hacer lo que más le gusta.
Potente, experta en el juego aéreo y de gran remate con la pelota quieta o en movimiento, Mónica es una ‘depredadora de área’, no se le puede dar un centímetro de espacio ni un instante de tiempo para atacar; de lo contrario vulnerará el arco adversario.
Hincha del Barcelona, tanto el de Ecuador como el de España, y admiradora de Agustín Delgado y Carlos Tenorio, la orense, que ha vivido casi toda su vida en Guayaquil, es una mujer que siempre lucha por lo que quiere. Consciente de que en Ecuador el fútbol de mujeres no es profesional, estudió una carrera universitaria y con ello se sostenía hasta cuando el tiempo le trajo la oportunidad de emigrar.
Será la primera ecuatoriana en jugar en Israel y se unirá a otras futbolistas locales que traspusieron suelo patrio: Mariana Espinosa, Mabel Velarde, Fernanda Vásconez, María Vásconez, Yolima Paiz, Giannina Lattanzio, entre otras.
Mónica viajó el pasado sábado a Kiryat Gat y ahora solo dependerá de su esfuerzo triunfar en la nación hebrea. (I)