La historia del jugador sueco Adam Lindin Ljungkvist es cómica y ha trascendido en todo el mundo por la extraña expulsión que sufrió cuando jugaba por el club Järna SK de la tercer división de ese país.

El futbolista de 25 años recibió una segunda tarjeta amarilla, que derivó en la roja, por lanzarse un pedo en la cancha; acto que habría sido advertido minutos antes por el árbitro de nombre Dany Kako.

Según informó el medio sueco Lokus, el futbolista indicó que "estaba mal del estómago y en el último minuto del encuentro me tiro un pedo, entonces el juez vino y me mostró la amarilla, y a continuación la roja".

"Fue una vergüenza extraña, no podía creerlo. Creo que se escuchó demasiado fuerte. Fue como un estruendo", añadió Lindin.

De todos modos, el jugador argumentó que "lo que sospecho es que él (réferi) pensó que había hecho el sonido contra un oponente como tono de burla o provocativo. Pero no creo que sea inteligente provocar a un rival con un pedo".

Es precisamente eso lo que argumentó el juez Kako en el informe del compromiso.

"Veo que lo hizo para provocar a un jugador rival. Cometió un acto a propósito y por eso le mostré la segunda tarjeta amarilla", se encuentra descrito en el informe arbitral.

El futbolista rival, Christopher Linde, ratificó la posición del expulsado. "Es lo más extraño que he visto desde que juego fútbol. Estaba a una buena distancia y escuché el pedo fuerte y claro". (I)