El fútbol argentino lamenta una nueva muerte. Una más. Pero esta vez el salvajismo que muestran las imágenes de la barbarie retumba en el corazón mismo de este deporte. Es una más en la lista de 317 muertes ocurridas en las canchas argentinas desde 1922, cuando se registró el primer hecho según la ONG Salvemos al Fútbol.

Emanuel Balbo, hincha de Belgrano, presenta un cuadro de ‘muerte cerebral’ tras ser arrojado al vacío por seguidores de su mismo club desde una de las tribunas del estadio Mario Alberto Kempes, de la ciudad de Córdoba, centro del país, durante el superclásico regional ante Talleres. La tragedia ocurrió el sábado durante el entretiempo del partido que se siguió disputando como si nada hubiera pasado y que terminó 1-1 por la vigésima fecha del torneo.

El show del fútbol siguió incluso su curso durante el fin de semana. Se jugaron todos los partidos, mientras Balbo agonizaba. Ayer, el jefe de guardia del Hospital de Urgencias de Córdoba, Norberto Brussa, confirmó que el estado de Balbo, de 22 años, es “irreversible”. “Que caiga todo el peso de la ley sobre estos hijos de puta”, pidió Raúl Balbo, padre de la víctima.

El joven es mantenido con pulso eléctrico gracias a drogas farmacológicas hasta que se realice la ablación de órganos, pero su cerebro ya no registra actividad. “Presenta muerte cerebral, su familia sabe que ya no podrá tener contacto con él”, dijo ayer Máximo Titarelli, subdirector del hospital.

Pero, ¿qué fue lo que pasó? Balbo acudió el sábado al estadio para ver a su querido Belgrano en el tradicional clásico cordobés que suele jugarse a tribuna colmada. En un momento reconoció a pocos metros de él a Óscar ‘Sapito’ Gómez, acusado de atropellar con su carro y matar en 2012 a su hermano menor, Mauricio, de 12 años, durante una “picada”, una carrera de autos improvisada en las calles de la ciudad. Gómez espera en libertad el inicio del juicio por ese hecho.   

Ambos comenzaron entonces a cruzarse insultos en la tribuna. Según la reconstrucción policial, Gómez lo increpó y señaló a Balbo como hincha de Talleres, lo que desató la ira de los fanáticos.  

Un grupo de hinchas empezó a golpear a la víctima. Las imágenes de la televisión son terribles. Allí se ve a Balbo en lo alto de la tribuna Daniel Wellington mientras es agredido por vándalos. En su intento de huir, llega hasta el muro de una boca de acceso, pero recibe un golpe que lo noquea y cae al vacío desde una altura de cuatro metros.

Lucas Ortega, quien acompañó a su amigo Balbo a la cancha, acusó a Gómez de haber “preparado” el ataque. La Policía ya identificó y detuvo a cuatro de las personas que participaron en la agresión y culpó a Gómez -aún prófugo- de ser el “instigador” del hecho. Los acusados arriesgan una pena de entre 10 a 34 años de prisión. “‘Sapito’ empezó a gritar que Emanuel era de Talleres y se sumaron otros a pegarle. De golpe a Emanuel no lo vi más, y empecé a escuchar que la gente gritaba que habían tirado a un hincha”, dijo Ortega a la Policía argentina.

En las imágenes se ve cuando Balbo corre desesperado hacia abajo para escapar de las agresiones y al llegar hasta el muro que da a una de las puertas de acceso de la tribuna es golpeado por un hombre de camiseta roja en la nuca y cae desplomado al vacío. El club Belgrano lamentó “profundamente” la muerte de Balbo, llamó a la “reflexión” al mundo del fútbol y se puso a disposición para que la justicia actúe “a fondo” y castigue a los responsables. Los hinchas convocaron a una marcha de repudio.

Balbo sufrió “fractura y hundimiento parietal, edema cerebral, estado de conciencia muy bajo” y estado “crítico, con pocos signos de vitalidad cerebral” y “muy pocos reflejos”, según los informes médicos. Su muerte cerebral fue anunciada ayer tras dos días de agonía.

La justicia caratuló la causa como “homicidio calificado”. La fiscal Liliana Sánchez fue clara: todos los detenidos “tienen la misma responsabilidad”. Entre los arrestados figuran un padre y su hijo, identificados como Matías y Cristian Oliva.

La fiscal dijo que, a base de testimonios, “Gómez va a buscar a Manuel para increparlo, ahí se decide defender y se produce la golpiza”.    “Murió el fútbol”, sintetizó en la portada de su página web el diario deportivo Olé.

Pero la pelota siguió rodando. La Asociación del Fútbol Argentino (AFA) emitió un comunicado en el que “acompaña a la familia de Emanuel Balbo en este difícil y doloroso momento y repudia enérgicamente el hecho delictivo ocurrido en el partido entre Belgrano y Talleres de Córdoba, disputado en el estadio Mario Alberto Kempes”. “Esta Casa  -agregó la nota- rechaza todas estas acciones, que son obra de delincuentes que tanto daño le produjeron y le producen a la sociedad en su conjunto y particularmente a la familia del fútbol. (I)