La selección china de básquetbol, vigente campeona de Asia, perdió el primer partido de su historia contra la “isla rebelde” de Taiwán, un encuentro cargado de simbolismo político que además deja a China fuera del Mundial de España 2014, a menos que sea invitada con una de las “wild cards” de la FIBA.
La humillante derrota, que se celebró en Taiwán (isla separada de China luego de la guerra civil de 1945/49) como una final, se produjo en cuartos de final del Campeonato de Asia, que se celebra en Filipinas y donde China defendía el título conseguido hace dos años en casa.
En el Asia Arena de Manila, la China encabezada por Yi Jianlian (Dallas Mavericks) llegó a ganar por 17 puntos en el segundo período. Sin embargo, una inesperada reacción de los taiwaneses, liderados por los 23 puntos de Quincy Davis (nacido en EE.UU. pero nacionalizado en la isla hace dos meses), dejó un marcador que entrará a la historia negra de China: 96-78 a favor de Taiwán.
Taiwán, que llevaba 24 años sin jugar unas semifinales asiáticas, disputará con Irán, Corea del Sur y los anfitriones filipinos, el título continental y una de las tres plazas para el Mundial de España.
China, que desde su primera participación en 1975 ha ganado 15 de los 19 torneos asiáticos, irá por la lucha del quinto puesto contra Jordania, Kazajistán y Catar.
Al caer en cuartos, China pierde la posibilidad de clasificarse por la vía deportiva para el Mundial 2014.