Desafiando a la lluvia y al intenso frío de la mañana, el peruano Eulogio Bonifaz Fritz ganó ayer el maratón en Cuenca, con un tiempo de 2h33m34s. El segundo lugar fue para Boaz Kiplangat, de Etiopía, con 2h34m54s; y el tercero para Freddy Tenesaca, con 2h49m43s. En la rama femenina, la vencedora fue la etíope Margaret Karie, con un tiempo de 2h44m43s.

La prueba recorrió las principales calles de la capital azuaya, como preámbulo de los festejos por los 459 años de fundación de la ciudad. El evento deportivo, organizado por la Municipalidad de Cuenca y la empresa Acsam, contó con la participación de 1.500 atletas. A ninguno le importó la lluvia, antes de las 07:00 los fondistas se reunieron alrededor del Parque de la Madre, punto de salida y llegada.

Los corredores recorrieron los 42.195 metros del maratón y 21.100 metros en el medio maratón, ante la mirada de miles de cuencanos que se agolparon en las veredas. Estas pruebas de alto aliento se corren en Cuenca hace 26 años, pero desde esta edición la Municipalidad de Cuenca la institucionalizó con la intención de mantener la actividad en los próximos años.

Los atletas aficionados que corrieron no solo fueron de Cuenca, sino también de algunas provincias del Ecuador, como Guayas, El Oro, Azuay, Cañar que llegaron para “hacer deporte”, según expresaron.

Eulogio Fritz vino desde Huancayo-Perú por invitación de los organizadores. La prueba, según él, fue “muy bonita” porque no había muchas pendientes y eso facilitó que desde el kilómetro 11 se alejara de los kenianos y ecuatorianos que estaban entre el grupo que comandó la prueba. Pero el peruano ganó sin mayor esfuerzo.

En el medio maratón masculino, el vencedor fue el ecuatoriano Juan Cristobal Rovillán, con un registro de 1h11m01s, mientras la deportista ecuatoriana Mónica Cajamarca ganó en la división damas. Si bien esta prueba no entregaba premios económicos, sino incentivos, como trofeos y medallas, para Mónica Cajamarca era importante antes de emprender viaje a Viena, donde intervendrá en un maratón en el que buscará clasificarse a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro en representación del país.

Su esposo, Santiago Loja, se hizo cargo de sus dos hijas mientras la mamá competía. “Ella tuvo una pausa de varios meses por maternidad, pero ha retornado y creemos que va a clasificarse a los Juegos Olímpicos”, dijo Loja, mientras entretenía a sus dos descendientes. “Estamos haciendo todo el esfuerzo para representar al país, esta semana correré en Viena y allí buscaré poner mi mejor tiempo”, dijo por su parte la atleta cuencana.

Para Francisco Abril, coordinador de las pruebas, este año se esperaba una participación de 1.200 atletas, pero se incrementó a 1.500 por el interés de los aficionados a este deporte. “El objetivo es incentivar el deporte”, dijo Abril, tras indicar que los ciudadanos con este tipo de eventos se ven motivados con carreras de largo aliento. “No hay premios económicos, durante 26 años hemos realizado este tipo de competencias donde lo único que se requiere es entusiasmo”.

Es así que la mayoría de deportistas solo se fijó en llegar a la meta luego de recorrer las distancias trazadas. Adrián Chumbi corrió con su mascota ‘Pocho’, su perrito, y al final del evento recibió la medalla. “Él es mi compañero, él se ganó este premio”, dijo al final.

Así como Chumbi, muchos atletas corrieron sin esperar una recompensa. “Yo vine a hacer deporte, a correr porque es bueno para la salud”, dijo Angélica Loyola, que llegó casi al final del evento, pero indicó sentirse satisfecha porque cumplió el objetivo de terminar el recorrido. Las mejores marcas en varones fueron establecidas en 1993 por el ecuatoriano José Jami con 2h25m04s. Desde hace 23 años no se rompe este récord. (I)